Lugar de Encuentro de lo sagrado y lo profano

Estamos matando a los últimos guardianes de la tierra

25-Enero-2008    Gabriel Sánchez

Lo que está sucediendo en Araucania, la región chilena de los mapuches, es un proceso sintomático de lo que pasa en gran parte de Latinoamérica con las naciones indígenas. El gobierno de Chile ha vendido a las multinacionales la explotación forestal, minera, hidroeléctrica, entre otras, entregando enormes extensiones de tierras que pertenecieron a los indios en el pasado y que estas compañías están diezmando estas etnias, contaminándolas con agrotóxicos, con especies genéticamente mutadas, que agotan la tierra, con la tala indiscriminada, con la contaminación y utilización irresponsable de los recursos hídricos.

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Ante la resistencia de las naciones indoamericanas de tal despojo y expoliación, que los condena a morir como naciones, imponiéndoles una cultura neoliberal que destruye la propia, son reprimidos, torturados y asesinados. El parlamento chileno ha aprobado una ley que permite al gobierno aplicar medidas antiterroristas contra estos indios resistentes. La Red de Pueblos Indígenas ha denunciado esta situación y pedido diálogo en una Carta a Michelle Bachelet.

Y en este caso ha denunciado también la situación la jerarquía de la Iglesia Católica. Como bien ha declarado elPresidente de la Conferencia Episcopal de Chile monseñor Alejandro Goic, >«la muerte de un joven, las acciones violentas contra terceros inocentes, las medidas de fuerza, constituyen un síntoma alarmante de un conflicto que lamentablemente no hemos abordado en profundidad apuntando a las causas de fondo».

En una declaración, dada a conocer en la tarde del lunes 14 de enero en Rancagua, el prelado expuso que «la situación es altamente compleja por cuanto transcurre en un contexto de desconocimiento, prejuicios y discriminación hacia los indígenas, de políticas que se han demostrado inadecuadas…»

En desigual batalla, se intenta ahogar en sangre y fuego el grito de las etnias originarias de América que se debaten hoy por salvar sus culturas, sus costumbres, su forma de ser y de sentir.

Podríamos hablar de un verdadero Genocidio étnico-cultural, El Estatuto de Roma, que establece la Corte Penal Internacional: en el artículo 6 incisos b y c define como acciones tipificables de Genocidio:

    Art. 6 Lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo;

    c) Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial.

Agregando que este fenómeno, que se está dando en toda América Latina (tala de las tierras Tobas en Argentina, en la Amazonia, en Perú y Colombia) afectará al clima global más pronto que tarde, cuando los puertos del mediterráneo queden bajo agua, cuando los cambios climáticos afecten las cosechas de alimentos globales, cuando lo inhóspito del clima vuelva regiones enteras imposibles para la vida humana, entonces recordaremos que la lucha de los últimos guardianes de la Tierra, las etnias indoamericanas, también era nuestra.

Por esto creo que vale la pena invitar a todos los hermanos y hermanas que quieran solidarizarse con este pueblo para que envíen, a través de este vínculo, un mensaje de solidaridad y compromiso con el pueblo Mapuche.

http://www.gobiernodechile.cl/contacto/contacto.asp

Y también hemos de desear que el episcopado chileno, con el Arzobispo Goic al frente, mantenga la solidaridad institucional de la Iglesia con las reivindicaciones de los indígenas. Que no pase en Chile lo que desgraciadamente pasa en Perú, donde el Cardenal de Lima, Juan Luis Cipriani, del Opus Dei está “limpiando” de curas y obispos comprometidos con las causas del pueblo las diócesis del “Sur Andino” que estaban trabajando desde los tiempos del Vaticano II en estructuras de pastoral de conjunto. Así se deduce del Testimonio del una religiosa que lleva 14 años trabajando con los pueblos quechuas, aymaras y mestizos que viven en la zona. Entre otras cosas cuenta el caso de cómo fue apartado de la zona el obispo salesiano comprometido Juan Godayol Colom a quien dirigía hace algo más de una año una impresionante carta otro obispo peruano que publicó ECLESALIA. No se la pierdan, que les ilustrará cómo anda la “familia episcopal”…

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