En los últimos cuatro años los obispos han estado haciendo campaña, incluso saliendo en manifestaciones, para que el PP vuelva a gobernar en España, poniendo fin a la funesta “época zapatero”. Pero la Nota ante las elecciones generales de 2008 fechada ayer es ya una provocación intolerable. Con el asqueroso estilo farisaico de proclamar “principios generales para orientar conciencias”, además de remachar sus reproches clásicos al gobierno socialista, añaden la acusación velada de que ha pactado con ETA. ¡BASTA YA, señores obispos!

Porque lo que a mí me ha parecido más grave es que hayan incluido, precisamente ante estas elecciones y para que su apoyo al PP quedara bien claro este párrafo:

Una sociedad que quiera ser libre y justa no puede reconocer explícita ni implícitamente a una organización terrorista como representante político de ningún sector de la población, ni puede tenerla como interlocutor político.

Tras cuatro años martilleando al partido socialista por pactar con ETA, el que los obispos ahora, en vez de apenarse de que no haya sido posible la paz o de pedir que voten a partidos que procuren la paz siempre, en el interior y en el exterior, recuerdan un principio que en este contexto suena a una acusación: el partido que ha introducido el matrimonio homosexual, no defiende la vida humana y además trata políticamente con la organización terrorista ETA. Así suena este párrafo en este contexto. Atrévanse a decirlo claramente con las siglas PSOE y ETA, como lo dice con claridad su portavoz radiofónico Federico Jiménez Losantos.

Evidentemente, a mi parecer este párrafo está puesto expresamente para que quede bien clara la indicación “implícita” de a quien no hay que votar. Porque si la argumentación se reduce a la cuestión del aborto y de los matrimonios homosexuales podría alguien pensar, con razón, que con PP la situación no iba a cambiar pues no ponen en su programa que van a derogar esas leyes.

Y yo quisiera saber cómo se ha tratado y aprobado este documento en la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal. Este órgano lo forman 23 obispos, cuyos nombres y fotos pueden verse aquí. He intentando entender cómo han votado esta declaración. Es comprensible que Rouco, Cañizares, García Gasco (¡vaya tres! a los tres les he conocido bien en otras épocaa y a los tres les dedico, mirándoles a la cara, este artículo) y Camino arrastren a otros ocho o diez y tengan mayoría sobrada. Pero Blázquez, Martínez Sistach, Dorado, Vives y algún otro ¿se habrán plegado sin más? ¿Y los líderes de la huelga de la facultad de Teología de Salamanca en 1969, Adolfo y Osoro? ¿Y los buenazos de Vilaplana y Sánchez?

Y si no se han opuesto con fuerza, ¿ha sido porque no descubren la malicia que hay en introducir ese párrafo (además de otros, como los referentes a provocar intencionalmente la secularización de la sociedad con la educación para la ciudadanía, al trasvase del agua entre autonomías, etcétera) o porque recibieron una llamada desde “arriba” a que sigan la línea que marca Ruini en Italia y Rouco en España?

Bueno, si es por acatamiento a la “Autoridad Superior” ya se han definido, pero que sepan que esa obediencia no es cristiana. Y si ha sido porque no se enteran, se les podría perdonar por ignorancia.

Y en ese caso espero que no se enteren tampoco de la malicia que tiene esta frase con la que acabo el artículo, que es sólo un principio general con el que no aludo a nadie:

Una Iglesia tiene que ser gobernada siempre por hombres inteligentes que sepan observar la realidad de una sociedad, que hayan leído algún estudio de sociología, que sepan cómo se desarrollan los procesos electorales hoy día. Porque si ni se enteraran de cómo funcionan hoy la sociedad, ya para siempre democrática y pluralista, y de cuáles son los motores de la desmoralización (especulación capitalista como la que se quiere introducir en los Monegros, por ejemplo) serían guías ciegos que pretenden guiar a otros ciegos.