Lugar de Encuentro de lo sagrado y lo profano

Dios se hace carne en la creación II

14-Abril-2008    Juan Luis Herrero del Pozo
    En el Taller Secularidad y Fe, Juan Luis Herrero del Pozo sigue exponiendo, de manera más clara que en otros artículos, su filosofía de la religión con la que, según él y otros muchos, se puede comprender mejor la fe en el Misterio que está en el hombre y que Jesús vivió hasta la plenitud, dejándonos su testimonio. Publicamos aquí el principio del artículo, invitando a todos a acudir al taller para leerlo íntegramente, incluido el apéndice que él titula Desacralizar es humanizar. Humanizar es divinizar.

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II DIOS SE HACE CARNE EN LA “CREACIÓN” (fin de cap. II)

II. 10 la “Secularidad” del mundo es cercanía de Dios

Parecería que este proceso de secularización es antirreligioso; lo es en cierto sentido. En la medida en que no se cae en la cuenta de que la presencia de Dios, la íntima cercanía del Don de Dios que constituye la realidad como autónoma en su ser evolutivo, en el olvido, digo, de tal inmediatez de Dios, el espíritu humano lo ha considerado lejano e ineficaz y ha tendido siempre a fabricarse puentes que aproximen a Dios y al cosmos, es decir, mediaciones sagradas, un mundo separado, el mundo de lo religioso. Cuando digo que lo que destaca en Jesús no es que se confunda IDENTITARIAMENTE con Dios sino que su gigantesca y genial humanidad autónoma se manifestaba totalmente libre frente a las mediaciones sagradas (la Ley, el sábado, el templo) para ir construyendo la MÁXIMA UNIÓN –NO IDENTIDAD- con el Abbá. Y, proporcionalmente, estoy afirmando lo mismo de la identidad cristiana que es inmediatez con el Ser, unión con él hasta la frontera de la fusión, sin resquicio por parte de Dios para ninguna mediación. Sólo por parte de la creatura puede caber la mediación como instrumento expresivo o simbólico de su apertura al Don amoroso de Dios. La relación Creador-creatura es tal que cuanta más cercanía e inmediatez se da, se precisan menos mediaciones sagradas interpuestas. En mi mentalidad clásica cuando era estudiante de teología me preguntaba cómo los “padres del desierto” se pasaban la vida sin un solo sacramento, y probablemente sin Biblia. Su soledad acompañada por el Misterio, su unión mística no dejaba espacio a mediadores sagrados, era el propio Santo quien los llenaba.

Es en este contexto en el que afirmo que Jesús era arreligioso y que la construcción de una religión con nuevas mediaciones sagradas era lo que menos le preocupaban en la formación de sus seguidores: ni templos, ni sábado, ni sacerdotes, ni maestros, ni jefes, ni ritos sagrados…Poco le costó, al parecer, al autor del cuarto evangelio sustituir la sagrada Cena eucarística por el gesto servil del Maestro de rodillas lavando los pies de sus amigos…: mera sustitución de un gesto, la cena pascual, por su equivalente. Sus seguidores adoran “en espíritu y en verdad”, no en el Templo judío o samaritano, se cuidan del herido del camino mientras los clérigos se van a sus rezos… Visto desde Jesús parece que el “seguimiento” no necesita institución, ni leyes, ni cánones, ni liturgias…Sólo un corazón honesto y solidario. Lo humano bien humano, bien a ras de tierra, porque en nosotros como en Jesús “cuanto más humano, más divino”.

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    [El artículo continúa, como hemos dicho, en Taller de Secularidad y Fe”. En esta sección de ATRIO pueden participar todos los que estén interesados en el tema. Y pueden también discutir las ideas de Juan Luis y los demás comentaristas. Si, como ocurre en muchos otros foros, este taller requiere aprobación previa de los comentarios, la finalidad es puramente metodológica, pero en forma alguna tiene carácter de censura ideológica. Se trata sólo de evitar que la discusión se aleje del tema y del enfoque de reflexión racional propuesto.]

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