Lugar de Encuentro de lo sagrado y lo profano

EN RUTA CONTRA LA VIOLENCIA DOMÉSTICA

08-Marzo-2006    Sergio Ferrari

La sección suiza de Amnistía Internacional lanzó una campaña nacional contra la violencia intrafamiliar. Una casa rodante recorrerá seis cantones (provincias) en siete meses para sensibilizar sobre el tema.

La iniciativa, presentada en Berna en el marco del día internacional de la mujer a celebrarse el 8 de marzo, intenta informar al público sobre esta gama cada vez más generalizada de violación de derechos humanos que produce, solamente en Suiza, al menos 40 víctimas mortales cada año. Además intenta mejorar la respuesta del Estado ante el problema, especialmente a nivel comunal y cantonal.

CASA RODANTE

Un vehículo decorado como la fachada externa de una casa y con consignas contra la violencia intrafamiliar pintadas en los muros será el medio fundamental de esta campaña.

Dicha casa rodante iniciará “oficialmente” su recorrido en Saint Gallen para culminarlo en el Tesino dentro de siete meses. Entre el punto de partida y su destino final se contabilizarán miles de kilómetros recorridos por los cantones de Schwyz, Jura, Valais y Grison.

“Elegimos esas regiones teniendo en cuenta la diversidad lingüística y geográfica; el componente rural de las mismas; las contrapartes que trabajan en torno a este delicado tema, así como las fuerzas propias, es decir los grupos de voluntarios que podían asumir este desafío”, explica Manon Schick, responsable de comunicación de la organización helvética.

El vehículo recorrerá escuelas y centros profesionales así como lugares importantes de cada región visitada, señala por su parte Stella Jegher, responsable de la campaña.

En torno a la presencia de la casa rodante se convocará y realizará un sinnúmero de actividades. Entre ellas: “puestos de información en la calle; encuentros con autoridades locales y cantonales; actividades especiales dirigidas a jóvenes y hombres; proyección de películas que abordan y ejemplifican el tema; cultos y celebraciones religiosas especiales”.

Instrumento adicional que acompañará al vehículo, un “fuerzómetro” en el que probarán sus energías los hombres que voluntariamente quieran participar en el ejercicio. Para hacerlo, deberán golpear con un fuerte martillo la base de una especie de gran termómetro de hierro. Dependiendo de la violencia del golpe, será el movimiento ascendente de una pequeña flecha que recorrerá una escala vertical de cerca de 3 metros. Una escala mide tres niveles diversos de fuerza.
“Poco importa la potencia de vuestros músculos, ¡Comprométase!” es la consigna que convoca a probar golpeando el “fuerzómetro”. Cada hombre participante deberá firmar después una pequeña carta –que indica la magnitud del impacto- a través de la cual “compromete su fuerza contra la violencia doméstica, dado que ésta constituye una violación de los derechos humanos”.

PROBLEMA PLANETARIO

La violencia doméstica constituye una problemática casi universal, tal como lo indican los promotores de Amnistía. Quienes puntualizan que esta nueva campaña promovida en Suiza y en otros países se enmarca en una iniciativa más amplia que dio inicio en marzo del 2004 y que buscaba denunciar todo tipo de violencia contra las mujeres.

“La violencia doméstica es la violación de derechos humanos más extendida e el mundo”, enfatiza Stella Jegher. Recordando que concierne directamente, al menos, a una décima parte de la humanidad.

Causa anualmente decena de miles de muertes, entre las cuales 14 mil en Rusia. Según la información de Amnistía Internacional, en Francia, cada cuatro días una mujer muere producto de la agresión de su esposo o compañero de vida.

En España, entre 1999 y el 2003, 246 mujeres murieron a manos de sus maridos o pareja, según datos del Instituto de la Mujer. Cifra que llega a 315 si se toman como fuentes, en igual plazo, las informaciones de prensa. En los seis primeros meses del 2004, se habían registrado 21.865 denuncias por delitos de lesiones y malos tratos en el ámbito familiar. En tanto en 2005, 62 fueron las víctimas fatales.

En Suiza, donde no existen estadísticas nacionales centralizadas sobre el tema, un estudio del 2004 realizado por Martin Killian indica que una mujer sobre cuatro es afectada por la violencia masculina. En tanto un 10.5 % de mujeres sufren durante su vida la violencia de su pareja o ex pareja.

Una encuesta del Hospital de Zurich Triemli en el mismo año aportaba datos no muy diferentes. Una mujer sobre diez interrogadas había sufrido violencia física en el transcurso de los doce meses anteriores de la realización del estudio, en su gran mayoría ejecutada por su pareja o ex pareja.

PEQUEÑAS SEÑALES POSITIVAS

Consultados sobre la evolución de los comportamientos en el plano internacional a dos años de comenzada la gran campaña contra la violencia contra las mujeres, los responsables de Amnistía Suiza son optimistas.

“Hay un balance preliminar, donde aparecen signos positivos. En algunos países incluso se lograron introducir modificaciones legales favorables. Se comprueba en muchos casos una mayor apertura de parte de los interlocutores del Estado”, sentencia Stella Jegher.

En igual sentido se expresa Daniel Bolomey, secretario general de la sección helvética del ONG internacional. “Es importante comprobar que al interior mismo de AI, con más de un millón de miembros, hay señales alentadoras”. Bolomey recuerda que junto con la iniciativa internacional se implementaron también criterios al interno en cuanto a combatir la violencia entre los miembros y en relación a la falta de igualdad de posibilidades por cuestiones de género. “En lo que no hemos avanzado tanto –y sigue siendo un gran desafío - es sobre la responsabilidad y el rol de los hombres para terminar con esa violación, su compromiso claro y abierto”, su militancia activa y pública, subraya. Concluyendo con una premisa esencial : “¡si golpeas a tu mujer…no eres un hombre!”

* Colaboración E-CHANGER, ONG de cooperación solidaria

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