Lugar de Encuentro de lo sagrado y lo profano

Libro de condolencias y de esperanzas por Birmania

10-Mayo-2008    Eloy Isorna

Leo la siguiente cita en el libro “Jesús” de PAGOLA: “…. para Jesús el pecado mas grave y que mayor resistencia ofrece al reino de Dios consiste precisamente en causar sufrimiento o tolerarlo con indiferencia” (pág. 175, final del primer apartado).

De eso se trata al hablar de Birmania: evitar en lo posible el sufrimiento de su pueblo y, si nada se puede hacer, no tolerarlo con indiferencia.

Porque la necesidad es mucha, porque ahora con los últimos acontecimientos nos hemos fijado en algo que antes, aún estando ahí, ignorabamos, es el momento de mostrar de forma especial nuestra solidaridad con el pueblo de Birmania.

Y pienso que una forma de hacerlo es abrir lo que podriamos llamar mas que un LISTADO DE PESAME un montón de comentarios de apoyo en ATRIO que constituyan como un LIBRO DE CONDOLENCIAS Y DE ESPERANZAS POR BIRMANIA

Y en este HILO caben comentarios de todo tipo: de turistas que han estado allí, de personas solidarias que expresan su indignación ante la actuación de la Junta Militar, de noticias puntuales que alguno quiera aportar, de testimonios de solidaridad , de preguntas de lo que uno quiera saber, etcétera.

Leo en EL PAIS (EL ACENTO), del 9 de mayo 2008:

    “¿Qué significan los 22.500 muertos y los 41.000 desaparecidos de Myanmar? ¿Hay alguien ahí capaz de comprender lo que signifuica el número de niñas, niños, mujeres y hombres de mediana edad, ancianas y ancianos, succionados por el agua, aplastados por el barro? La prueba de que es dificil entender esta enormidad es que tampoco la entienden muchos políticos, muchos intelectuales y muchos banqueros.” [Las últimas cifras hablan de más de 100.000 muertos y un millón y medio de damnificados]

Dice la introducción al tema “Solidarios en la lucha por la Paz y la Justicia”, “colgado” en ATRIO:

    “Cuando la vida está amenazada y le ponen precio, como es el caso del dominico Henri des Roziers, es necesaria la solidaridad de muchos para defenderla. No queremos más mártires”

Solidarizandome con el contenido de este hilo citado no puedo al mismo tempo dejar de acordarme de Birmania (Myanmar) que sufre una gran tragedia humana no sólo por un fenómeno natural sino porque esta tragedia está agravada por la actitud de sus dirigentes, la impresentable Junta Militar:

  • que previamente no avisaron al pueblo del huracán se acercaba. Se les advirtió cinco o seis días ante, según dicen los organismo internacionales. Pero no dieron ningún a la población ni recomendaron medidas de evacuación y defensa. Recordemos cómo se preparó Cuba este otoño ante una amenaza así….
  • que tras el desastre ponen obstáculos a la llegada de la imprescindible ayuda internacional y, según anuncia la ONU, se han apoderado de algunas de las mercancías recibidas
  • que se han empecinado en mantener para hoy día 10 de Mayo el engañoso referéndum constitucional como si no hubiera pasado nada.

Una cuota de responsabilidad en este asunto la tiene también China, pues con su influencia sobre la Junta Militar y la situación fronteriza con Birmania podría colaborar de forma mas eficaz que permitiera la llegada de la ayuda exterior y sin que los militares la requisaran para su propio provecho como parece que está pasando.

Así que hay que repetir también respecto a Birmania las palabras de la introducción:

    “Cuando la vida está amenazada y le ponen precio, (…) es necesaria la solidaridad de muchos para defenderla. No queremos más mártires”.

Estamos seguros que los monjes birmanos estarán con el pueblo, su hábitos naranja enfangados. Y seguramente otros misioneros y voluntarios de ONG también damnificados. Pero nadie hay para mostrarnos imágenes.

En su libro “Cartas desde Birmania” (Editorial Circe. Barcelona 1998), en su última carta dice Suu Kyi:

    “Nosotros, los birmanos, creemos que quienes realizan buenos actos juntos volverán a encontrarse durante el ciclo de la existencia, unidos por los meritos compartidos. Me encanta pensar que si continuo hollando el ciclo de la existencia, lo haré en compañía de aquellos que han demostrado ser auténticos amigos y compañeros”.

Este consuelo birmano puede servir también de esperanza para nosotros. Esperemos que haciendo actos juntos y luchando por el respeto a la vida y a los derechos humanos allí donde quiera que peligren nos sintamos miembros de una comunidad de personas muy especial, en compañía de aquellos que han luchado por los mismos ideales.

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