Lugar de Encuentro de lo sagrado y lo profano

¿Qué pasa en la Iglesia?

11-Mayo-2008    Gonzalo Haya Prats

Éste es título del Cuadeno nº 153 que acaba de publicar Cristianisme i Justicia, elaborado por este mismo Centro de Estudios promovido por la Compañía de Jesús en Cataluña. Puede verse la edición digital en la Fundación Espinal. [Ya está activa la página. Para descargar directamente el documento pinchar aquí].

Creo que vale la pena leerlo porque, a mi parecer, ofrece un análisis breve, sencillo, sincero y respetuoso de por qué la Iglesia ha perdido credibilidad en el mundo actual. Para los que deseen hacerse una idea de su contenido, he sacado este resumen, aunque naturalmente no he podido recoger todas sus oportunas observaciones.

  • Síntomas preocupantes
    • Estos síntomas vienen produciéndose desde hace años: Ya Rahner hablaba de invierno eclesial. Los síntomas más recientes son “la fuga de católicos” (el 1% anual según Pablo Suess) y la valoración de 4’4 a la Iglesia Católica, según la última encuesta de Demoscopia. En 1984 la valoración era de 5 puntos. El objetivo de este cuaderno es preguntarse si estamos haciendo algo mal.

      El desarrollo de este Cuaderno se estructura en torno a “Las cinco llagas de la Iglesia de hoy” , en alusión a la obra que Rosmini escribió en 1833 Las cinco llagas de La Iglesia” (que eran: el abismo que separaba al clero del pueblo, la ignorancia de los sacerdotes, la desunión entre los obispos, la injerencia del poder civil en el nombramiento de los mismos y su opresiva tutela sobre los bienes de la Iglesia); Pío IX la puso en el “Índice de libros prohibidos”, pero ahora su autor va ser beatificado.

  • Primera llaga: olvido de la centralidad de los pobres
    • Este capítulo no podía aportarnos datos nuevos. Los datos son de sobra conocidos y la reflexión teológica también. Cita la Populorum progressio, Gaudium et spes, Laborem exercens, el Antiguo y el Nuevo Testamento, el “privilegio hermenéutico de los pobres”… y alude a recientes casos concretos. Lo significativo es que lo considere – no en sentido de acusación sino de confesión- como la primera llaga de la Iglesia de hoy.
  • Segunda llaga: el jerarcocentrismo
    • Fue muy significativo el cambio que el Vaticano II introdujo en el orden de los capítulos en la Constitución sobre la Iglesia. El esquema hablaba primero de la jerarquía, pero el Concilio quiso hablar primero del pueblo de Dios, porque la jerarquía es un servicio que brota de él. La definición de la Iglesia como “sociedad perfecta” cede ante su definición como “comunión”. Si antes se destacaba la verticalidad, ahora prevalece la horizontalidad.

      Según el cardenal Congar, especialista en eclesiología, la “potestas” tenía que adaptarse a la “communio”, pero ha ocurrido lo contrario: “el poder” ha prevalecido sobre “la comunión”, la curia vaticana sobre la colegialidad de los obispos. Como ejemplos, se menciona algunas demandas como la reforma de la elección papal -“en la línea que la Curia le tumbó a Pablo VI”- el cardenalato, el papel de la mujer en la Iglesia…

  • Tercera llaga: el eclesiocentrismo
    • Estamos ante dos eclesiologías enfrentadas: “una concibe a la comunidad creyente de acuerdo con los lenguajes evangélicos de fermento, sal, semilla… La otra concibe a la Iglesia más bien como fortaleza, como ‘zona residencial’ de un planeta enfermo, como poder institucional…. Creemos que sólo la primera responde al proyecto de Jesús”.

      Para el primer modelo el valor fundamental que une a creyentes y no creyentes es la fraternidad universal, al que el cristianismo aportará la filiación divina de todos los hombres. En el segundo modelo, la Iglesia siente la filiación divina como un estatus de “primer mundo” que tiene que adoctrinar al resto del mundo “subdesarrollado”.

      El Cuaderno amplía la idea de estas dos eclesiologías con citas del Vaticano II y ejemplos de nuestra actualidad.

  • Cuarta llaga: la división de los cristianos
    • Un ejemplo significativo de la inversión que se está produciendo respecto al espíritu del Vaticano II. El Concilio expresó deliberadamente que “la Iglesia de Cristo subsiste en la Iglesia Católica” (LG 8) . Hoy se pretende que la expresión “subsiste en” significa que la Iglesia de Cristo “es” la Iglesia Católica.

      Ciertamente se han conseguido acuerdos importantes entre miembros de las diversas iglesias respecto al ministerio, la justificación y el papado, pero estos acuerdos han quedado archivados en los despachos de la Curia sin desembocar en resultados concretos.

  • Quinta llaga: la helenización del cristianismo
    • La inculturación del cristianismo en la mentalidad grecolatina fue una gran gesta, pero para el hombre de hoy carecen de significado porque han perdido mucho de sus raíces bíblicas y de su impulso al seguimiento.

      En el siglo XX se perdieron dos oportunidades para entender el mensaje del evangelio en la cultura actual: el modernismo y la teología de la liberación. La Iglesia no supo discernir estos signos de los tiempos y condenó versiones deformadas de ambas corrientes, sin buscar respuestas a los problemas que ellas planteaban. En palabras de Juan XXIII en la apertura del Concilio “Una cosa es el depósito mismo de la fe… y otra la manera como se expresa”. Si sólo se tratase de repetir lo dicho “para eso no era necesario un concilio”.

  • Conclusión
    • Los autores de este Cuaderno hacen profesión de su amor a la Iglesia, de su deseo de contribuir a la creciente sed de espiritualidad en el mundo, y de su apertura a un diálogo más amplio. Terminan con unas palabras del último general de los jesuitas sobre el ejemplo renovador del padre Arrupe.

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