Se han reunido en Berlín para preparar la reunión de Londres. Son los más poderosos y sabios. Y dicen que ya es hora de actuar y tomar a la crisis por los cuernos. Que es la hora de cambios estructurales. ¿Tendrán imaginación y decisión para oponerse a la bestia? Luis nos habla hoy de un “visonario” del siglo pasado, Silvio Gesell (1862-1930) a quien los hechos le dan la razón. ¿No será hora de tomar en serio su teoría de la moneda oxidable?

“La introducción de dinero no almacenable llevaría a la creación de valores en formas más esenciales.” - Albert Einstein

Insisto una vez más sobre el tema de la “moneda oxidable”. Creo que es el momento, la oportunidad de las ideas de Silvio Gesell.

Mi voz, la querría hacer grito, que sacudiese a gente más capaz que yo, para que prestaran atención al legado de Gesell y a los teóricos continuadores de su obra.

Ya se que muchos, a mis esfuerzos, responden con una sonrisa conmiserativa. Pero no yo, sino gente igualmente preparada que estos risueños, le han dado crédito a Gesell.

“El porvenir aprenderá más de Gesell que de Marx.” - John Maynard Keynes

La bolsa cae como un peso muerto, los bancos no prestan, nadie sabe hoy la autentica verdad de la economía, aunque cada cual se forma su idea más o menos acertada. Hay quien dice que nada volverá a ser igual después de que toquemos fondo en esta caída de vértigo. ¿Exagero? Sabéis que no. Me “espeluzna” la suerte de mis camaradas obreros, y la de todo aquel que pierde la única posibilidad que quizá tenga de ganarse la vida, la que se consigue con el trabajo, no con el capital.

El comunismo real, fue un desastre. Pero los comunistas o los anarquistas se dejaron hasta la piel, luchando por lo que creían apasionada y fervientemente.

Me da la impresión que hoy nadie cree en sus ideas de esa limpia manera.

Parece que estamos todos conmocionados frente al espectáculo de empresas cayendo como fichas de dominó. Y aplicamos soluciones vencidos de antemano.

Pero -¿como no?- hay solución a nuestras tribulaciones. Solución que tiene su dificultad aplicarla, pero si sabemos que hemos de hacer, ya tenemos algo.

Hemos de hacer algo grande. Como digo, a grandes males grandes remedios.

Los neoliberales nos han vendido hasta ahora, eso del “libre mercado” entendido según ellos. Entendido como todo ventaja para el capital.

Lo que es evidente, es que nos conducían al “progreso” unos capitanes borrachos, tan borrachos como los comunistas totalitarios. En ambos casos, pusieron el letrero de “Progreso” a lo que era un despeñadero.

No nos valen las viejas formulas pero tenemos más experiencia, porque hemos padecido, padecemos y padeceremos su fracaso.

Hoy padecemos y padeceremos los desastres del capital financiero, hemos podido comprobar a dónde nos lleva el capital sin control político.

Pero yo sigo creyendo que la regulación política puede asfixiar la economía, en eso estoy con los liberales de todos los tiempos. Putin el ex presidente de Rusia, nos advertía de los peligros del excesivo control político de la economía, ellos lo han sufrido, “en sus propias carnes”.

La economía es como un animal salvaje, si pretendemos domesticarlo lo desvirtuamos de su natural esencia. Pero podemos inocularle una vacuna contra los efectos enfermizos que hacen daño a todos los que no tenemos capital.

La solución, eso grande que hemos de acometer, es bajar los tipos de interés a cero, y después seguir bajando hasta fijar un interés negativo al dinero. Veríais entonces como si habría crédito concedido por los bancos e inversiones en bolsa.

Esquemáticamente esta es la idea principal de Gesell. El motivo de por qué el interés negativo, os lo explicaré de forma “casera” que es como mejor me se explicar.

Un amigo mío, hijo de padre pescador, una noche de pesca embarcó con su padre en un barco arrastrero. Como conocía la problemática de los pescadores, por la radio del barco, estuvo toda la noche “arengando” (nunca mejor dicho…) al resto de los pescadores de otros barcos. Estaban desesperados porque las sardinas que pescaban se las pagaban en la lonja a precios irrisoriamente ridículos. A la vuelta a puerto, aquel día del que cuento, las sardinas pescadas por la flotilla pesquera del puerto de Barcelona fueron arrojadas al mar de nuevo…

Moraleja…

El comprador puede comprar o no. Pero el vendedor ha de vender sus sardinas al precio que le fije el comprador.

Si el dinero del que dispone el comprador, tuviese un valor igual de perecedero que las sardinas, entonces el comprador y el vendedor interactuarían en igualdad de condiciones.

Con este ejemplo pretendo ilustrar la terrible ventaja de que dispone el dinero y quien lo tiene frente a la mercancía.

Y no digamos la fuerza de trabajo del obrero proletario, frente al capital. O trabaja al precio que le fija el capital o se muere de hambre.

Recomiendo a los interesados, que exploren las ideas de Gesell, sabrán entonces.

LO QUE HABREMOS DE PEDIR GRITANDO A LOS POLITICOS, EN LAS FUTURAS MANIFESTACIONES.

El interés negativo para el dinero, no es una medida. Es la medida fundamental que se tendrá que adoptar globalmente. Cuanto más tardemos peor.

Si le quitáramos el aguijón venenoso al dinero, como es el interés por prestarlo, y aplicamos una penalización si este capital no circula, entonces podríamos dejar a la economía desarrollándose libremente en el marco ético que diseñásemos políticamente.

Así si podríamos ser neoliberales…

Los “dueños” del dinero tienen miedo. Cuando el corazón de la economía, o lo que es igual, la bolsa, no late regularmente, aparece en la sociedad la palidez de la muerte.

La riqueza la crea el trabajo, el capitalista se beneficia de la sociedad humana, tiene responsabilidades para con esta sociedad. Esto sin entrar en si puede disponer legítimamente de “su” capital.

En el Manifiesto Comunista, Marx les decía a los burgueses, que el capital del que privadamente disponían rezumaba sangre obrera.

Es la ventaja del capital a que se refiere Gesell, lo que ha posibilitado hasta ahora que este capital se erija como una monstruosa y universal sanguijuela que nos chupa la sangre a los que dependemos de nuestro trabajo para sobrevivir. Más todavía. Una sanguijuela inmunda que amenaza toda manifestación de vida en el planeta.

Tendremos que reaccionar colectivamente, el dinero ha de circular, se baraja en España una cifra de parados de 5-6-o 7 millones en los próximos años. Es la hora de Silvio Gesell, también os diré que mis simpatías van para el Anarquismo Mutualista. Os aseguro que es algo plenamente actual. No lo desechéis sin informaros.

Tengo un sueño con el que sueño despierto, es el siguiente:

Que el nombre de Silvio Gesell recorriera el Internet de punta a punta del planeta como llama por un reguero de pólvora.

Que cristalizase esta corriente, en movimientos de ámbito planetario. Que los pobres de la tierra nos movilizásemos, y lo haremos, porque nadie se dejará morir mansamente…

Sueño con que hagamos una revolución pacifica pero drásticamente eficiente.

“La Revolución de la Serpiente”, hecha “sin pisar, ni la flor ni la zarza”. Sin muerte ni destrucción ninguna, pero golpeando certeramente como martillo sobre yunque, hasta modelar la dura realidad del asalariado hasta parámetros humanos.

Sueño con una Internacional geselliana.

MONEDA OXIDABLE, YA…

Recomiendo la pagina: www.dineroneutral.org

Pero hay más:

El lodazal en el que chapoteamos se debe a la falta de ética de los que mueven la economía. Los agentes económicos si se dejan libres, hoy, delinquen. Se pretende controlar esto políticamente, pero ¿y a los políticos? ¿Quien los controla?, los jueces… y ¿quien controla a los jueces? En una palabra. Ayer no se, pero hoy no hay vergüenza… El mayor déficit que tenemos es el déficit ético.

Si queremos atajar nuestros males en su raíz, harían falta “ejércitos” de auténticos maestros espirituales, que nos enseñasen de que modo natural llegamos a ser éticos.

Y si fuésemos éticos. Cualquier sistema lo haríamos bueno…