Las delaraciones del Cardenal Cañizares, Primado de Toledo, han coincidido con la declaración de un Arzobispo como hijo predilecto de Toledo, que ha pronunciado palabras llenas de lucidez y espíritu cristiano. Las ha publicado Religión Digital y las copiamos a continuación. Ojalá que los jóvenes obispos wojtylianos y ratzingerianos aprendieran un poco de sensatez, sentido cristiano y humildad de este gran obispos emérito que es don Gabino.

El arzobispo emérito de Oviedo, Gabino Díaz Merchán, denunció hoy que se está confundiendo la laicidad del Estado con el laicismo militante, y que no se valora, ‘en su justa medida la libertad religiosa, ni los bienes que la Iglesia a la sociedad en democracia, y afirmó tener la sensación de ‘que existe en algunos, la tentación de volver a la confrontación que tanto daño hizo a ciudadanos españoles en tiempos pasados’.

Díaz Merchán realizó estas afirmaciones durante el acto en el que la Diputación Provincial de Toledo le proclamó Hijo Predilecto de la Provincia, y al que asistieron, entre otros, el cardenal arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares; el ex ministro de Defensa, José Bono; el vicepresidente primero del Gobierno regional, Fernando Lamata; o el jefe superior de Policía de Castilla-la Mancha, Pedro Rojo, así como una nutrida representación política, militar, y eclesiástica.

Díaz Merchán, que agradeció el honor de la condecoración, ‘que creo que no merezco’, recordó su participación en el Concilio Vaticano II, y su colaboración con al Conferencia Episcopal para que los católicos y toda personas de buena voluntad pudieran recibir la luz del concilio, para lo que se establecieron relaciones de colaboración leal entre la Iglesia y el Estado español.

‘Los obispos hemos contribuido para que en la nueva etapa de nuestra historia estas relaciones fueran leales y respetuosas, en la efectiva aplicación de los derechos humanos fundamentales. Pero con el paso de los años tengo la sensación de que algunos confunden hoy la laicidad del Estado con el laicismo militantes y no valoran en su justa medida la libertad religiosa, ni los bienes que la Iglesia a la sociedad en democracia’ dijo.

El prelado asturiano denunció la tentación que existe en ‘algunos, de volver a la confrontación que tanto daño hizo a ciudadanos españoles en tiempos pasados’ y por ello consideró significativa la distinción percibida por la Diputación de Toledo porque no hice en toda mi vida otra cosa que servir a la sociedad y a la iglesia, tratando de cumplir la función que me confió’.

El arzobispo de Oviedo, que afirmó presentarse ‘ante vosotros como un hombre más,, no como un superhombre’, aseveró haber llevado con orgullo el ser toledano y manchego se refirió a la seguidilla de la Rosa del Azafrán, de Jacinto Guerrero, señalando que ‘aunque soy de La Mancha no mancho a nadie, aunque más de cuatro quisieran llevar mi sangre’ matizando que con esta cita no pretende generar ningún género de ‘racismo insolidario’.

Díaz Merchán recordó los 13 años de su actividad pastoral en la Diócesis toledana ‘de la que guardo innumerables recuerdos’, y su paso por Guadix, y Asturias ‘mi nueva patria de adopción, donde existe una secular referencia a Toledo, desde que el rey Pelayo se alzo en Covadonga contra los invasores musulmanes, y los reyes decidieron hacer renacer el reino, en su reino, a España, tomando como referente el reino visigodo toledano’.

PREDICAR CON LA PALABRA.

El presidente de la Tertulia de Zocodover, Luis Rodríguez Porres, que situó su ‘laudatio’ en el terreno del cariño y del recuerdo, destacó la sencillez del condecorado, su recia personalidad, bondad, moderación y sentido común.

De entre sus ‘muchos sus méritos acumulados’ subrayó que ‘Don Gabino, predicando como San Agustín, más con el ejemplo que con la palabra, como buen pastor de almas, lejos de atormentar sus conciencias con los horrores del infierno, recordaba que el buen cristiano es aquel que ama a Dios sobre toda las cosas, y al prójimo como a ti mismo’.

El presidente de la Diputación provincial, José Manuel Tofiño, defendió que con éste acto se pretende reconocer ‘el ejemplo de vida y la dedicación a la fe y al servicio a los demás de un hombre sencillo, natural de Mora y distinguido por su trayectoria personal, ejemplo pastoral y humano que debe servir de modelo para todos nosotros’.

Según Tofiño, conviene reconocer a los grandes hombres y mujeres de la provincia ‘para que la memoria no se deje conquistar por la desidia, ni aletargarse entre promesas y proyectos incumplidos’.

Parafraseando a Antonio Machado, el máximo responsable de la Institución provincial aseguró que’ hay dos clases de hombres: los que viven hablando de las virtudes y los que se limitan a tenerlas’ sus valores religiosos merecen nuestros halagos y sus méritos personales la fortuna de haberlos compartido.

Tofiño, que señaló que ‘don Gabino ha sabido siempre mantener el equilibrio y despertar las conciencias desde un punto de vista basado en la coherencia, la cohesión social y la defensa de los valores fundamentales del ser humano’, destacó la integridad de sus principios, ala justicia de sus decisiones, su compasión, su prudencia, su benevolencia.

Por su parte el vicepresidente primero del Gobierno, Fernando Lamata, en declaraciones a los medios, destacó que ‘Don Gabino, que es un hombre bueno sabio, que se ha hecho camino desde su Mora natal, y ha sabido acercar la religiosidad que profesa a todas las personas de todas las condiciones intentando transmitir un mensaje de solidaridad y de preocupación por la gente que menos tiene’.

Ensalzó también Lamata la reflexión que Díaz Merchán hace del mundo actual ‘un mundo muy rápido, donde se vive al minuto y no permite tener la serenidad suficiente para tener una reflexión más honda, y poder entender quienes somos y las personas con las que convivimos’.

Gabino Díaz Merchán nació en Mora (Toledo) el 26 de febrero de 1926 y es arzobispo Emérito de Oviedo, ya ha recibido otras condecoraciones como la Medalla de Oro de Castilla-La Mancha y del Ayuntamiento de Oviedo, ciudad de la que también ha recibido el reconocimiento de Hijo Adoptivo, informó la Diputación.

BIOGRAFIA.

Natural de Mora (Toledo), Don Gabino Díaz Merchán ha desarrollado una dilatada labor pastoral a lo largo de su vida, y actuado como embajador de su tierra, cualidades que le hacen acreedor a la distinción otorgada por la Diputación de Toledo.

Tras su formación eclesiástica en el Seminario de Toledo, para después licenciarse por la Universidad de Comillas, en Filosofía y Letras y en Teología, se ordenó sacerdote en 1952, cumpliendo una importante labor como profesor del Seminario, capellán de monjas y mozárabe, canónigo por oposición de la S.I.C.P. y consiliario de movimientos apostólicos seglares. Con 39 años, en 1965, se convirtió en el obispo más joven de la diócesis más antigua de España, la de Guadix-Baza, nombrado por el Papa Pablo VI.

También se convirtió en el arzobispo más joven de España cuando fue nombrado en 1969 titular del Arzobispado de Oviedo. En 1981 es elegido por los Obispos Presidente de la Conferencia Episcopal Española, siendo reelegido en 1984.