Lugar de Encuentro de lo sagrado y lo profano

La resistible ascensión de las entidades financieras

10-Septiembre-2009    Eloy Isorna
    Parecía que la crisis iba a producir algún cambio profundo en el sistema financiero, pero… Saneadas con dinero público, las grandes entidades financieras defienden la libertad de gestionar los fondos y remunerar a sus directivos sin control estatal. Sigue creyéndose los amos del mundo. Eloy hace aquí un documentado análisis de este punctum dolens de la crisis.

LAS PRACTICAS ARRIESGADAS, IMPROPIAS, CÍNICAS E INACEPTABLES DE LAS ENTIDADES FINANCIERAS….. SU DEFICIENTE CONTROL. Y EL DESVALIMIENTO DE LOS USUARIOS.

    I - NO SON ANTISISTEMA, SINO MINISTRAS/OS

El titulo de este artículo parece largo y bien pudiera rememorar en algún lector aquel también largo título de García Márquez “La increíble y triste historia de la cándida Erendira y su abuela desalmada” (de 1972). Pero pronto se comprenderá que tiene su razón de ser, y que resume en esencia una realidad que no vengo a poner yo de manifiesto, ni tampoco está recogida de ningún panfleto ácrata o revolucionario, ni es una manifestación de ningún grupo antisistema, ni de “okupas”, sino que son 7 (siete) reputadas/os Ministras/os ejercientes de las pujantes economías europeas, entre ellas la vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Finanzas de España Doña Elena Salgado (NOTA 1), los que afirman nada más y nada menos que lo siguiente:

    “Las entidades financieras - algunas de las cuales sobreviven gracias a las inyecciones masivas de dinero público - están aprovechando los buenos resultados del primer trimestre para actuar como si la crisis hubiera sido un revés menor y pudieran volver a actuar de la misma manera . Debemos de ser muy claros: estas prácticas no son sólo arriesgadas sino que son impropias, cínicas, inaceptables. Constituyen una provocación ante el fuerte incremento del paro”
    II - NO ES VIRTUD, SINO NECESIDAD

Pero siendo grave, y no suficientemente publicitada y analizada en profundidad, esta acusación multiministerial, tanto por lo que dice como por quien lo dice, ponen los señores y señoras ministras otra terrible realidad sobre la mesa: nuestra dependencia de las entidades financieras es total, en la sociedad actual no podemos vivir sin ellas. Dicen:

    “No elegimos poner nuestro dinero en las entidades financieras. Tenemos que hacerlo. El sistema financiero juega un papel esencial en nuestra economía y debemos asegurarnos de que sigue unas reglas y que no volverá a estar en una posición tal en la que pueda poner en peligro todo el sistema económico (…)”

Es prácticamente imposible realizar los actos mas sencillos de la vida diaria sin la dependencia de una u otra forma de la actividad de las entidades financieras: el cobro de una nómina o pensión, la donación a una ONG, la matricula de estudios a cualquier nivel, el pago de la luz , del agua, de la cuota de la comunidad de vecinos, del alquiler, de los impuestos, etc. etc. Los más grandes o los más nimios actos de contenido económico pasan necesariamente, querámoslo o no, por las instituciones financieras. Incluso nuestra contribución a ATRIO. (NOTA 2)

Además las propias entidades bien se han cuidado de introducirnos hábilmente en el uso de las tarjetas de créditos, domiciliación de recibos, apertura de cuentas, etc (todo inicialmente gratis e incluso con beneficios adicionales) para una vez “presos” de tales instrumentos comenzar un sistemático cobro de comisiones por uso, menos uso, desuso etc. que si uno se despista se puede quedar sin ahorros sin haberse gastado personalmente, como se decía antes, “ni un duro”. (NOTA 3) :

    III - LA SOFISTICACIÓN AVARICIOSA

Las señoras y señores Ministros del Ramo de lo Económico-Financiero (reitero que no se trata de personas sistemáticamente “anticapitalistas” ni “antisistema”, ni de “predicadores moralistas”), una vez centrado el origen de la crisis en el sector inmobiliario y en la titulación masiva de la deuda, no dudan en identificar a las instituciones y comportamientos causantes del desaguisado:

    ” Esta crisis es el resultado del uso de instrumentos financieros excesivamente complejos, de una falta de evaluación del riesgo, de una regulación insuficiente de algunas instituciones y productos financieros, y de la avaricia insaciable de aquellos para los que bastante nuca era suficiente”

Es decir, instrumentos complejos y por ende de difícil comprensión y con gran opacidad respecto a la mayoría de los usuarios bancarios a los que se “vendió” el producto.

Falta de adecuada evaluación del riesgo por los responsables de las entidades financieras, siendo tal evaluación del riego una de sus esenciales tareas ( es como si un médico prescindiese o errase sistemáticamente de evaluar los riesgos de sus tratamientos en función de las condiciones y necesidades de los enfermos).

Regulación insuficiente de algunas instituciones y productos financieros: es decir falta de la adecuada regulación por parte de las autoridades en general (poder legislativo o ejecutivo) y específicamente de las instituciones encargadas de velar por el buen funcionamiento del sistema, Pero añadiría yo que no sólo ha sido falta de regulación, que sí desde luego, sino también, falta de control eficaz, idea sobre la que luego volveré.

Finalmente, la avaricia insaciable de aquellos para los que bastante nunca era suficiente. Hay aquí un reproche “moral” o “ético” indudable que pone de manifiesto que ni en el plano personal ni en el social es inane la transgresión de los principios de integridad moral, al margen de su penalización o despenalización jurídica. Asunto muy importante que vemos también en otros ámbitos como son el de los comportamientos corruptos o desleales con el servicio público correspondientes a organizaciones y cargos de representación política o sindical.

    IV - PALIANDO LOS EFECTOS

“Hemos podido evitar una crisis como la que se vivió en los años treinta”, dice el comunicado multiministerial al referirse a las medidas tomadas para paliar los daños de la crisis: “Hemos impulsado programas de recuperación a gran escala - en total casi 5 billones de dólares entre todos los países, según datos del Fondo Monetario Internacional”.

Fruto de estas actuaciones serían los brotes verdes que ya los responsables económicos afirman vislumbrar: “Ahora hay motivos de esperanza y ya se ve la luz al final del túnel” (…) Aunque la economía no se esté recuperando tan rápidamente como nos gustaría, los signos positivos que empiezan a emerger nos permiten ser algo más optimistas”, dicen

    V - LOS REMEDIOS DE FONDO

Pero no basta con paliar los efectos. Hay que “afrontar la raíz del problema”. Entienden los firmantes que las decisiones adoptadas en la reunión del G-20 en el mes de Abril de 2009 iban en esa dirección: “se diseñaron para eliminar las causas de la crisis mediante una mayor transparencia , mayor regulación y un comportamiento más responsable por parte del sector financiero”.

Reconocen las señoras Ministras y Ministros que tal diseño no es suficiente, falta su desarrollo: “es nuestros deber desarrollar plenamente estas decisiones”, afirman.

Pero con independencia de la falta de desarrollo a la que aluden, a nosotros nos gustaría, en general que allí donde dicen simplemente “más” hubieran añadido “mejor”.

    MEJORAR LA TRANSPARENCIA.

Así cuando hablan de “mayor transparencia” ¿que quieren decir? Probablemente que, por ejemplo, los mercados de créditos “titulizados” sean lo suficientemente diáfanos para que los que en ellos inviertan sean conocedores de las garantías reales que los sustentan. O que cuando se suscriba una póliza de crédito el deudor pueda tener cabal conciencia de los compromisos y riesgos que adquiere por ejemplo en relación al tipo de interés referenciado al índice correspondiente que se hay establecido. Es decir: información la necesaria ( no excesiva que impida ver lo importante de la operación) , clara y precisa con las aclaraciones correspondientes. Eso no es sólo cantidad, sino cualidad. Lo importante no es informar más sino mejor. En definitiva, mejor información que facilite e incremente el conocimiento y disminuya la opacidad de lo que se contrata y sus consecuencias.

Pero esto no solo referido a las operaciones crediticias o financieras en general, sino también al funcionamiento, inversiones e intereses de las propias instituciones financieras y especialmente a su cumplimiento funcional dentro del sistema (en que medida, de forma solvente, contribuyen a la financiación de la economía real). Porque no podemos olvidar que la gran cualidad de un Banco o Caja de Ahorros, - frente a lo que pudiera inicialmente pensarse - no es tanto “captar” recursos de “pasivo” como saber invertirlos de forma rentable, solvente y socialmente útil.

    MEJORAR LA REGULACIÓN Y LA ACTUACIÓN RESPONSABLE

Mejorar la regulación. No tanto más normas sino mejores normas y en los aspectos necesarios y fundamentales tanto en cuanto a la protección del usuario de los servicios (consumidor en general) cuanto a la eficacia funcional de las instituciones en el sistema financiero, que hemos señalado en al apartado anterior.

Por desgracia, el comentario de las y los titulares ministeriales se centra en la práctica exclusivamente, y de forma muy genérica, en los sistemas de remuneración y en la cuantía de los “bonus” que, siendo importantes, no lo son todo. Mejorar la regulación, transparencia y control eficaz de los flujos de financiación a la economía real y el cumplimiento de coeficientes que deberán ayudar a la previsión y control , así como otras medidas, han quedado fuera de lo que dicen es “el primer paso hacia un sistema más amplio de regulación, necesario en el sector financiero“.

Entiendo que el control de los “bonus” o “primas” a obtener por los ejecutivas en función del cumplimiento de sus objetivos, no son tan preocupantes por la cuantía de su remuneración, aunque también, cuanto por su relación según con que objetivo.

Así la maldad bondad del “bonus” como elemento incentivador vendrá ligada al objeto al que se vincule el incentivo tanto o más que a la cuantía de su remuneración: Unos objetivos centrados exclusivamente en la consecución de beneficio a corto o medio plazo, o en el número de operaciones, ( y que no tenga en cuanta aspectos de solvencia, financiación de la economía real etc. ) pueden contaminar de maldad a cualquier tipo de “bonus” con alta o baja remuneración. (NOTA 4)

Además un comportamiento más responsable implica no sólo el actuar de forma subjetivamente más responsable por parte de los ejecutivos de ventas y directivos en general, sino también la existencia de una responsabilidad, objetivamente exigible, penal, administrativa y civil respecto de los daños causados y su reparación, según el caso.

    VI - EL CONTROL EFICAZ

Por consiguiente la responsabilidad no se refiere sólo a la exigible a las entidades financieras en su actuación, sino también a la de las autoridades administrativas en su control y exigencia de responsabilidad.

Así podremos hablar de control eficaz. El control eficaz hace referencia a que no sólo es preciso que existan normas sino que estás han de cumplirse y han de hacerse cumplir en un doble sentido: cumpliendo la sanción establecida por la ley por parte de la entidad incumplidora de la norma y reparando el daño producido en su caso a los usuarios o ciudadanos en general.

Lógicamente ello quiere decir que al incumplimiento de la norma ( lo demás serian meras recomendaciones) debe asignarse una sanción concreta y que al daño causado al usuario ha de ser reparado de forma ágil y eficaz cuando es consecuencia del abuso o incumplimiento de la norma. Declarado el incumplimiento de la norma por la autoridad financiera (por ejemplo Banco de España) y luego remitir al usuario perjudicado por su aplicación a los tribunales de justicia (al riego de su coste y responsabilidad) es una practica enormemente perjudicial para la eficacia sancionadora y para la utilidad disuasoria de comportamientos no conformes a las adecuadas prácticas bancarias por parte de las entidades y que además abocan al simple ciudadano a una “judialización” continua de sus pretensiones.

    VII - MÁS AUTORIDAD Y MEJORES MEDIOS.

Por ello, entendemos, para hacer efectivo el control eficaz y la responsabilidad que conlleva, que es preciso dotar de más autoridad y mejores medios e instrumentos de acción, por ejemplo, al Servicio de Reclamaciones del Banco de España y demás supervisores.

La mayor autoridad ha de traducirse en poder y deber investigar respecto a las entidades aquellos comportamientos ilegales, o simplemente no conformes con las adecuadas prácticas bancarias, que pongan de manifiesto las denuncias de los usuarios, además de, cuando corresponda, proceder, bajo la tutela de organismo supervisor a dar efectiva satisfacción al reclamante, cosa que hoy sistemáticamente no sucede, pues el supervisor remite normalmente al reclamante a la autoridad judicial para la satisfacción efectiva de su pretensión.

    NOTAS
  • NOTA 1 : “Bonus: necesitamos reglas”. Articulo publicado en EL PAÍS del 4 de septiembre de 2009 (página 22) y suscrito por Anders Borg , ministro de Finanzas de Suecia, Wouter Bos ministro de Finanzas de los Países bajos, Jean Claude Juncker, primer ministro de Luxemburgo, Christine Lagarde, ministra de asuntos económicos de Francia , Elena Salgado , vicepresidenta segunda y ministra de Economía de España , Perr Steinbrück ministro de finanzas de Alemania y Giulio Tremonti, ministro de Econom´ñia y Finanzas de Italia. Enlace:
  • http://www.elpais.com/articulo/economia/Bonus/necesitamos/reglas/elpepieco/20090904elpepieco_4/Tes

  • NOTA 2: Esta necesidad o dependencia, actualmente ineludible, de las entidades financieras, los es tanto en los sistemas “capitalistas”, como “socialistas” y “comunistas”, de cualesquiera signos y matizaciones. Díganlo sino, por ejemplo, el Banco de Pekín (actualmente cotizando en la Bolsa de Shanghai desde el 19-09-2007), o el banco de China (uno de los cuatro bancos estatales chinos) o el Banco Metropolitano S.A. de Cuba etcétera. Y , por otra parte, así está dicho por Lenin en su valoración de la Banca como eje del socialismo comunista: “Los grandes Bancos constituyen la institución estatal que necesitamos para la realización del socialismo y que tomamos, ya creada, del capitalismo. Nuestra actual tarea consiste pues, solamente en eliminar lo que el régimen capitalista desfigura de esta noble institución y en hacerla aún más fuerte, más democrática, más casta. La cantidad cederá sitio a la calidad. Un Banco del Estado unificado el más grande entre los grandes, con agencias en cada comunidad rural, en cada fábrica, es la 9/10 del aparato socialista. Es la contabilidad general del estado, es la contabilización general del Estado , de la producción y de la distribución de los productos, es, por así decirlo, algo así como el esquema de la sociedad socialista” (Lenin: Ouvres, Tomo XXI, 3ª edición, página 260. Citado por Raymond Barre en “Economía Política, 3ª edición , Tomo II, página 238).
  • NOTA 3: Todo ello contradiciendo aquel principio establecido ya por el Derecho Romano “Quod ob gratim alicuius conceditur, no est in eius dispendium retorquendum” : ” Lo que se concede como favor a uno no debe volverse en detrimento del mismo”. Las tarjetas de crédito, las domiciliaciones de recibos, la simple apertura de cuentas corrientes, la utilización de los Cajeros Automáticos etc. fueron promocionados e incentivados por las entidades financieras, sin condicionamiento alguno, para “fidelizar” a sus clientes, o conseguir pasivos del comercio y de la industria así como de diversos colectivos (Colegios Profesionales, Comunidades de Vecinos etc). ligados a los cobros y pagos. Pues bien, introducidos tales instrumentos, muchas entidades financieras cobran cuantiosas comisiones en no pocas ocasiones por la simple tenencia de los mismos. Y , lo que es peor, si el cliente protesta, en muchos casos la entidad accede a devolver el cobro de dichas comisiones, que muchas veces resultan abusivas, pero ¿que sucede con tantos y tantos clientes de las entidades financieras que por su falta de conocimiento o falta de capacidad negociadora, tienen que soportar tales cobros por haber accedido inicialmente a los ruegos o presiones de las entidades para aceptar un servicio que se les ofreció gratis?.
  • NOTA 4: Respecto al establecimiento de “bonus”, entiendo que: 1) Ha de mejorarse la determinación de los objetivos a los que se ligan, que han de ser objetivos interrelacionados con la solvencia y función específicamente financiera de la respectiva entidad. . 2) Ha de limitarse su cuantía a limites razonables de remuneración sin que puedan suponer una participación en beneficios no consolidados en las respectivas cuentas de resultados, ni por su automatismo, puedan quedar fuera del control de los Consejos de Administración o Juntas de Accionistas, y por tanto revisables, aunque ya hubiese sido abonados. 3) Su cuantía debe de estar correlacionada con los incentivos generales de productividad establecidos para todos los trabajadores de la empresa. 4) Las actividades de cualquier forma “engañosas o fraudulentas” para mejorar el cobro de los “bonus”, sin beneficio real para la empresa deberá estar sujeta a la correspondiente responsabilidad penal, civil, administrativa o laboral, según el caso. Además el articulo “ministerial” que venimos comentando especifica que “deberían prohibirse los bonus garantizados a más de un año.”
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