Me parece justo y necesario que empleemos hoy un post a reflexionar sobre el mismo ATRIO. Hace casi seis meses tuve un grave percance, con rotura de fémur muy problemática, de la que aún no me he recuperado. Resuelta la continuidad de ATRIO, como habéis visto, mi preocupación en este tiempo ha sido cómo darle a este lugar de encuentro la suficiente estabilidad para que pueda resistir todos los embates de cualquier género y acompañar, como creo que lo hace, a muchas personas en su camino de búsqueda hacia lo más profundo de su humanidad.

Durante las muchas horas de obligado reposo que he tenido para pensar, le he estado dando vueltas a tres cuestiones: si ATRIO llena un hueco que vale la pena cubrir, cuál es la línea de fondo que debe regir el servicio que presta y cómo obtener los recursos mínimos necesarios para poder mantenerlo funcionando y perfeccionándose.

1. ¿Vale la pena continuar ATRIO?

Internet es un mundo en rápido movimiento. ATRIO se pensó en 2001 antes que aparecieran en ese mundo otros portales que intentan la comunicación interpersonal e interreligiosa con distintos métodos. No se disponía todavía de Religión Digital, ni de Eclesalia, ni de Redes Cristianas, ni de Plural, ni de Rebelion en cuanto a contenidos. Y técnicamente no habían aparecido el sistema de blogs ni menos aún las redes sociales.

Sin embargo he llegado a la conclusión que ATRIO llena un hueco y cumple una misión que no debe abandonar. ATRIO sigue con una buena audiencia. En estos dos últimos meses ha tenido una media de 2.500 visitas diarias. Empleando el sencillo soft de los blogs (no el de los periódicos digitales y menos el de las redes sociales como Facebook) es algo más que un blog por la pluralidad de colaboradores, la selección ponderada de temas según una línea editorial que se ha ido marcando progresivamente y, sobre todo, por el relieve y la calidad de los comentarios, con acceso abierto a todos, aunque con la imprescindible y discreta acción moderadora. ¿Qué os parece?

1. ¿Qué pretende ATRIO?

Los objetivos y la línea de ATRIO se han ido perfilando poco a poco a partir del PROYECTO elaborado en 2007. Muchas veces hemos intentado reformular lo dicho allí con un nuevo texto. Pero nada podrá dar más idea de lo que pretendemos que seguirnos durante un tiempo, con la entrada o el par de entradas que hacemos cada día y el diálogo que generan.

En ATRIO (y hablo ya no sólo como promotor inicial sino en nombre de quienes más contribuyen con sus aportaciones de todo tipo) pretendemos mantener una línea de búsqueda del sentido más profundo de lo humano y de la realidad global, sin barreras confesionales pero sin minusvalorar la sabiduría que nos ha llegado a través de diversas tradiciones seculares y religiosas, que se unen especialmente en el evangelio de Jesús. A veces lo definimos como la búsqueda de una espiritualidad laica.

Esa búsqueda, si es sincera, nos lleva a venerar como sagrada la humanidad de todo prójimo, aun el más desvalido, y al planeta que ha hecho posible la vida. Por eso vamos alternándola con análisis críticos y denuncias de situaciones reales que engendran opresión y sufrimiento para el ser humano o para la naturaleza. No es posible una espiritualidad auténtica sin atención solidaria y profética a la realidad que nos rodea, a la opresión ejercida por personas o instituciones de todo género y al sufrimiento de sus víctimas.

Y pretendemos hacer esta búsqueda profunda y realista encontrándonos en un diálogo en el que cada uno aporta con autenticidad lo que piensa, escucha a los demás y es escuchado por los demás. Demasiadas veces se hace de la participación en los blogs algo hasta tipográficamente irrelevante y casi ilegible, o un lugar desagradable de ataques personales de quien se oculta tras el anonimato de los nicks. El nivel de los diálogos de ATRIO creo que es su mayor activo, aunque no hemos llegado a toda la calidad que deberíamos. Son de estimar las intervenciones breves, bien escritas y que comuniquen pensamiento y vida auténticos. Y estoy especialmente satisfecho de haber dado voz, incluso firmando artículos de cabecera (post), no sólo a autores consagrados sino a quienes tienen mucho que decir y no tenían donde escribir. Y también de dar a conocer hechos, autores y pensamientos generalmente ocultos en otros medios.

1. Los recursos económicos necesarios.

En estos últimos años hemos funcionando exclusivamente por el sistema de aportaciones voluntarias. Con ellas se ha cubierto parte del presupuesto. No ha sido posible crear una estructura más profesional del portal que otros van creando o por tener una institución detrás, por establecer cuotas de acceso a algunos servicios o por abrirse a la publicidad. No creo que sea todavía el momento de establecer estos sistemas de financiación, pero no los excluyo para el futuro.

Un mes antes de que se acabe el ejercicio apenas hemos sobrepasado el 50% de lo previsto. Pero también ya lo hemos sobrepasado. Es maravilloso ver esa lista de más de noventa donantes, con cantidades que varían, según las posibilidades de cada persona, entre 10 y 2.000 € - aportaciones recibidas en 2009-, muchos de los cuales son personas anónimas o que no participan mucho con comentarios. Mucha gente nos lee y observa con agrado, sin participar o darse a conocer. Hay que tener siempre esto en cuenta.

En este momento de final de año nos urge hacer una actualización en el soft de la página, para que se acomode a las nuevas versiones. Este es un trabajo que sólo puede hacer un profesional. Necesitamos por tanto saber hasta dónde podemos llegar este año y, si es posible, con cuánto podremos contar para otros años. Por eso el que quiera, sería bueno que se fijara una cantidad anual y señalara los plazos en que quiere pagarla, dando preferentemente los 20 dígitos de una cuenta para que le enviemos a su tiempo el recibo. A quien viva en el extranjero le sugiero usar Western Union, que es el sistema más rápido y barato de giro internacional.

Como hay personas a quienes molesta rellenar el formulario que hay en la página para este fin, puede sin más enviar un correo electrónico con estos datos a atrio@atrio.org o un correo postal a “Atrio - Apartado 12.210 - 46020 VALENCIA“.

Gracias por adelantado a todos y ¡vamos todavía!