Hace cuatro meses, el 8 de Febrero, ATRIO destapaba ante la opinión pública los enormes gastos y acuerdos políticos con que la Iglesia de Valencia había decidido “preparar el camino” para la venida del Papa. Se hacía con temblor, desde el anonimato de un grupo de cristianos, en un documento que muchos después suscribieron.

Tras señalar los preparativos previstos (escenario de 600.000 euros para dos actos, apartamento papal nuevo de 180 m² para una noche, nuevos apartamentos cardenalicios en el Seminario, manipulación política del evento…) el documento pedía que la visita se planteara con más espíritu evangélico y pastoral. “Es posible que si el Papa lo supiera, no le gustara”.
No sé si el papa habrá conocido a tiempo el planteamiento de este viaje, lo habrá valorado y lo habrá aprobado en sus detalles. Supongo que no. Pero el hecho es que todo lo que en aquel primer documento se denunciaba se ha ido realizando punto por punto con creces. Y hoy estamos ante una especie de gran riada que va a ser muy difícil encauzar. Desde Valencia especialmente nos sentimos desbordados por la total desmesura con que se está planeando el V Encuentro Mundial de las Familias, con su Feria y su Congreso previo y con la visita papal que lo va a clausurar. Sobre ello quiero reflexionar en ATRIO, con la mayor mesura posible.

Vayan por delante una serie de hechos y declaraciones tomadas de la prensa local:

• Están trabajando intensamente en el montaje del escenario para los dos actos que presidirá el papa. Según datos oficiales el escenario para los dos actos centrales costará no 600.000 sino 834.000 Euros. A primeros de Mayo se cortó el puente de Monteolivete que atraviesa la Ciudad de las Ciencias y es parte de la ronda este de la ciudad. Por el que discurrían más de 70.000 vehículos cada día. El problema de los atascos es impresionante. He tenido ocasión de comprobarlo y admirar la paciencia de los conductores. ¿Hay algún antecedente de evento civil o religioso, en cualquier parte del mundo, que imponga a la ciudadanía este gasto y estas molestias, para un montaje tan efímero?¿Por qué se eligió este emplazamiento y no otro más despejado y alejado? Se había pensao organizarlo todo como en Colonía, fuera de la ciudad, en el circuito de Cheste por ejemplo. Pero se optó por ocupar ese puente. Por el impacto mediático que representa encuadrar al Papa entre los edificios de Calatrava. Ocurrencia verdaderamente genial. Un look moderno para la Iglesia, un escaparate publicitario para la ciudad y el nuevo Bernini-Calatrava entusiasmado. El multimillonario ingeniero de Benimamet dice que hasta está plenamente de acuerdo con el mensaje que él habrá ayudado a solemnizar. Pero, ¿va a ser una imagen evangélica la que se difunda con este derroche o una imagen mediática construida para impactar?

• Se ha creado una página web que informa de todos los preparativos y por tanto se pueden ya ir conociendo por ella muchos detalles y deduciendo muchas consecuencias. Invito al lector sagaz a navegar un rato por esta página. Desde mi afición por la lectura en este tipo de documentos, señalo estos estas curiosas constataciones:

—- o Ocupa la parte central una animación que, como me hizo notar Francisco Asensi, vincula subliminalmente las ideas de la navegación a vela, la construcción y la familia. Un buen trabajo, seguramente del mismo creativo que ha diseñado la campaña publicitaria de la America’s Cup de Vela o de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Y, si se entra a partir de ahí en la página de Contenidos del V Encuentro, la habilidad publicitaria en unir al simplista mensaje de que la familia es importante los símbolos de la Valencia del PP es impresionante.

—-o Se puede ver quiénes participan en la Fundación que se responsabilizará de la financiación de todo: el Arzobispado y las tres instituciones controladas por el PP (Generalitat, Diputación y Ayuntamiento). Les acompañan como entidades colaboradoras quienes ponen los locales (La Feria de Valencia y la Ciudad de la Artes y las Ciencias), las dos universidades católicas y la Radio Televisión Valenciana que retransmitirá el evento. Y una única empresa, Lladró, que ha proporcionado ya los cálices y copones de porcelana (si se impone la moda en todo el mundo podría salvar a la empresa de Alboraya de la profunda crisis que padece). A pesar de los esfuerzos, la sociedad civil valenciana -universidades no católicas, insituciones no controladas por el PP- ha quedado manifiestamente ausente. Y el gobierno, a pesar de la ayuda que en definitiva tendrá que aportar pues es una visita de estado (5.000 policías extra ha prometido), ha sido arrinconado.

—- o Por las noticias que llegan esta falta de implicación manifiesta la Feria de las Familias que está previsto montar y cuyas normas de participación pueden leerse en la página. “Se trata de ofrecer la oportunidad de que las Asociaciones, Organizaciones y Entidades que trabajan en favor de la familia, en todo el mundo, puedan tener un lugar para mostrar su identidad, actividades, proyectos y experiencia”. Hay una invitación a que las empresas aprovechen la ocasión para hacer publicidad. Sería algo así: “Distribuimos la mejor electricidad para el consumo familiar”, “Construimos los mejores coche familiares”… Si no, ¿qué gran empresa iba a estar interesada en participar en esta feria pagando una cuota de 36.000 euros? Parece que sólo lo ha solicitado una, la de Lladró seguramente.

—- o Finalmente invitamos a recorrer el Programa del Congreso Internacional sobre la familia como trasnmisora de la Fe. Aparece claramente que no se trata de estudiar problemas sino de impartir doctrina y consignas con el el mayor peso de autoridad posible. Hemos contado los cardenales que van a intervenir. Son 33, junto a otros obispos, monseñores y sacerdotes. ¿Y mujeres, el “soporte” teórico de la familia? Unas 12 hemos contado, incluyendo entre ellas a la Alcaldesa, a cuatro que van con sus maridos, alguna monja. No aparece ningún tipo de análisis sociológico sobre la familia. El modelo de familia que se quiere imponer es el patriarcal y la transmisión de la fe se plantea exclusivamente por la vía de la reproducción ideológica conservadora. No por la formación de personas para orientarse por valores en una sociedad plural.

• La colaboración de la Generalitat y del Ayuntamiento a la preparación de la visita es total y entusiasta. No se regatearán gastos. La cifra de 20 millones de euros a los que hacíamos referencia en otra ocasión quedará muy corta. Pero como dijo la Alcaldesa: “Es la visita de un jefe de Estado muy particular que honra a Valencia”. Y el portavoz del Consell: “¿Cuánto costaría una campaña de publicidad para llevar la imagen de Valencia a 300 millones de espectadores?”. Al mismo Arzobispo García Gascó le hemos oído decir con cara sonriente junto a la alcaldesa: “Va a ser un acontecimiento que dará a conocer en todos el mundo la ciudad de Valencia”. Una gran operación de marketing por tanto. Empleando en este caso el show del Papa en vez de contratar esta vez a Julio Iglesias, a quien el gobierno valenciano pagó sus servicios propagandísticos con ingresos en paraísos fiscales.

• Y si ya se empiezan a notar problemas en Valencia (los taxista se niegan a dar servicio a toda una gran área de la ciudad, donde está el Centro Comercial de El Saler y la Ciudad de la Justicia, por considerarla inacesible a caisa de los atascos) estamos temiendo la riada de ese millón y medio que se anuncia. Sólo los kikos han pedido alojamiento para 250.000 pues piensan hacer ante el Pontífice una prueba de su gran fuerza. La policía anuncia que se colarán entre los peregrinos más inmigrantes ilegales que los que vienen en pateras, ya que ellos no podrán controlar. La policía municipal pide sobresueldo. No funcionarán en tres días los autobuises urbanos pues todos estarán a disposición de la organización para hacer de “lanzaderas” en traslados. Y se cerrarán las seis estaciones más céntricas del metro en esos días por motivos de seguridad. Alguien se justifica diciendo que ese trastorno lo sufre la ciudad todos los años en fallas. Desde dentro, les digo que no es verdad. Y sólo nos cabe esperar que esa cifra que nos dicen quede muy reducida. Y que no haya problemas graves. Y que al final las autoridades den cuenta con trasparecia de todo el gasto público ocasionado. Porque que den cuenta las jerarquía diocesanas nos parece más difícil.

Y tras estos hechos algunas reflexiones:

• El tema de la familia nos interesa. Es la institución más valorada por las encuestas hechas a los españoles. Con ella se cuenta siempre. Pero la familia puede parecer que está en crisis cuando lo que pasa es que cambiando profundamente. Y claro que necesita la ayuda de las religiones en este momento. Pero para resaltar los valores no para decretar exclusiones y condenas, utilizando el modelo de la supuesta “familia natural” como eslogan político conservador. Para ver nuestro pensamiento sobre el tema y qué pensamos de lo que puede ser una visión cristiana de la familia, nos referimos al número 217 de Iglesia Viva publicado hace dos años.

• La visita de un papa a nuestra tierra nos implica como cristianos pero no podemos dejarnos llevar del papanatismo ni de la papalatría. De Valencia exportamos a Roma dos papas, los Borja, que fueron antes arzobispos aquí. Hace veinticuatro años ya visitó Valencia Juan Pablo II, unos días después de una gran riada. Escribí entonces un artículo en El País que acababa con esta frase: “Y las riadas que golpean periódicamente nuestra tierra, al llenar del mismo barro las casas y los templos, y al abrir las puertas de la Iglesia, nos hacen recuperar el sentido perdido de la misión cristiana: ser alma de un pueblo que se construye como tal por la solidaridad. Ojalá que esta recuperación no se vaya con el barro o con el avión del Papa y descubramos cada día otras riadas de la historia y otras nuevas marginaciones”.

• Desgraciadamente en esta ocasión el papa, si penetrara en la realidad y no se quedara en los decorados, las atentas autoridades y los clamorosos papaboys que le rodearán, se encontraría con un pueblo más crispado, más dividido y alejado de la Iglesia, con ese pueblo que se manifiesta en la campaña “Nosotros no te esperamos” que hemos presentado en la entrada anterior de ATRIO. El exceso de presión necesariamente tiene que hacer estallar la caldera. Y en esta ocasión, si me volvieran a pedir un artículo, acabaría diciendo: “Ojalá que la sensatez y la mesura sean capaces de corregir a tiempo la desmesura. Que, al menos, las palabras papales estén de acuerdo con la apertura teórica de su encíclica: donde hay amor allí está Dios y nadie debe utilizar a la familia como arma política. Ojalá que, en todo caso, si la desmesura continua desbordando la visita, las reacciones de la conciencia ciudadana sean tan fuertes y dignas que se evite para otras ocasiones tanta desmesura”.