El Arzobispo de Valencia acaba de suprimir por
Decreto la celebración de misas el domingo 9 de Julio por la mañana, en todas las parroquias e Iglesias abiertas al público de la archidiócesis.

Lo que impresiona en este decreto son estas tres cosas:

1. Que se vincule “la comunión inquebrantable de nuestra Iglesia local con el Sucesor de Pedro” a la asistencia a esos actos. ¿No puede haber párrocos y fieles que se sienten en plena comunión con el Vicario de Cristo y sin embargo sientan rechazo a ese tipo de celebraciones masivas de la eucaristía dominical? ¿Acaso muchos no deberán pensarse muy mucho el acudir o no a esos actos de muchas horas a pleno sol y con un calor que puede ser no sólo un tormento sino peligroso para la salud? Parece que el mismo papa se resistía a venir a Valencia por el calor y le convencieron porque le van a preparar en el escenario y en todos los sitios donde esté un “microclima” refrigerado del que desde luego no dispondrán los files que acudan.

2. Que en el fondo se manifieste una gran subestima de esas misas en pequeñas parroquias o iglesias, donde sólo quedan pocas personas y donde se mantiene el resto fiel, la mecha humeante, el sacramento del Cristo que se entrega en verdadero alimento. Parece como si el “acontecimiento de gracia” fuera más el gran espectáculo y el “gran sacerdote” que la eucaristía en sí.

3. No se tiene para nada en cuenta el juicio prudente de párrocos y rectores de Iglesias para poder determinar en qué casos sí y en qué casos no hay que suprimir misas. El decreto no es “permisivo” sino obligatorio. Es como una especie del talante impositivo que tienen nuestros obispos, aunque sepan que después, en la práctica, cada uno hará lo que le parezca. Pero seguro llegarán las acusaciones: “Don fulano no fue a la misa papal y además celebró misa en su parroquia esa mañana. Ya nos parecía que este no es cura de los de verdad”.

¡Dios mío! ¿Hay algún decreto semejante a este en alguna otra ocasión o viaje papal? Decídnoslo, por favor, pues no sé si estoy sacando las cosas o las está sacando el arzobispado de Valencia.

Texto del Decreto por si alguien no lo lee bien en el enlace:

Agustín García-Gasco Vicente
por la gracia de Dios y de la Sede Apostólica
Arzobispo Metropolitano de Valencia

Los próximos días 8 y 9 de julio Su Santidad el Papa Benedicto XVI estará entre nosotros con motivo de la celebración en Valencia del V Encuentro Mundial de las Familias.

La presencia del Papa en nuestra archidiócesis es un acontecimiento de gracia que debe reforzar la comunión inquebrantable de nuestra Iglesia local con el Sucesor de Pedro, por lo que sus fieles Católicos nos debemos sentir invitados a asistir a las celebraciones presididas por el Santo Padre. Los párrocos y todos los sacerdotes deben esforzarse en facilitar la participación de todos los fieles en este Encuentro con el Santo Padre.

Para fomentar y favorecer la participación del mayor número posible de sacerdotes y fieles en estas celebraciones,

DECRETAMOS:

Que para facilitar la participación de los sacerdotes y fieles en estos actos, los párrocos y rectores de iglesias abiertas al culto tengan en cuenta las siguientes disposiciones:

1.- El domingo, día 9 de julio, durante la mañana se suprimirán las misas en todas las parroquias e iglesias abiertas al culto.

2.- Que durante la tarde del domingo, día 9 de julio, se establezcan horarios extraordinarios de misas para facilitar el cumplimiento del precepto dominical a aquellos fieles que no hayan podido asistir a la misa presidida por el Santo Padre.

Dado en Valencia a veinte de junio de dos mil seis.

† Agustín, Arzobispo de Valencia

Jorge José Miró Miró
Canciller-Secretario