El Equipo de Prensa del MOCEOP (Juan Cejudo-Cádiz, Andrés Muñoz-Madrid, Teresa Cortés-Madrid, Ramón Alario-Madrid) nos envía el siguiente comunicado para su difusión:

El día 8 de Diciembre pasado se han cumplido 40 años desde que se clausuró el Concilio Vaticano II.

Aquel Concilio que anunció el Papa Bueno, Juan XXIII, con la intención de abrir las ventanas y de que entrara aire fresco en la Iglesia, ;con la intención de rejuvenecerla y ponerla al día, ha quedado prácticamente olvidado en estos últimos años del Papado de Juan Pablo II.

Ha sido muy fuerte la involución que ha sufrido la Iglesia por la orientación dada por sus máximos dirigentes, el Papa y los obispos, especialmente desde la Curia romana  con la colaboración manifiesta de los grupos más conservadores del catolicismo : Opus Dei, Comunión y liberación, legionarios de Cristo etc…

La involución de todos estos años se ha manifestado :

- apostar claramente por una línea de Iglesia de tipo conservador y no   
  por una línea teológica de opción por los pobres, en Latinoamérica
  especialmente, pero también en otras muchas regiones y países.
- jerarquización excesiva, en vez de fomentar la corresponsabilidad y
   la democracia en la Iglesia
- mantenimiento del celibato obligatorio, en vez de un celibato opcional
- marginación de la mujer en la Iglesia, cerrando las posibilidades
  a que la mujer pueda ser sacerdote
- normas morales y sexuales muy cerradas y vinculadas a la moral más     
  tradicional, como la prohibición del preservativo , la negación de la
  comunión a los divorciados etc…
 -ataques, censuras y represalias a unos 500 teólogos de línea abierta, -  - una liturgia eucarística monótona y aburrida que aleja a los jóvenes     
  de los templos
- un clero envejecido con promedio de edad cercano a los 70 años que       no parece ser la mejor manera para poder entender al hombre de hoy   -control férreo sobre revistas y Congregaciones religiosas como  los jesuitas , y recientemente sobre los franciscanos de Asís
- un Nuevo Catecismo de enfoque preconciliar y el fomento de un catolicismo de imagen con los viajes  controvertidos de Juan Pablo II.

Es cierto que aunque en temas hacia “fuera” de la Iglesia se ha seguido defendiendo, al menos con palabras, los temas sociales , de derechos humanos, de la paz etc.. no es menos cierto que la gran apuesta que supuso el Vaticano II para una reforma en profundidad en asuntos “internos”, ha quedado reducido prácticamente a la nada, dando la impresión de que todo sigue igual como si el Concilio Vaticano II no hubiera existido.

Es por eso que compartimos la postura del grupo de teólogos que no están de acuerdo con la rápida beatificación del anterior Papa y abogamos para este proceso de urgencia no siga adelante.

No podemos olvidar los escándalos financieros que en los primeros años de su pontificado llevó a la quiebra del Banco ambrosiano donde el Vaticano estuvo seriamente implicado.

Tampoco olvidamos el aislamiento que se ha tenido con obispos comprometidos con los causas de los pobres, como Oscar Romero y el apoyo expreso a dictadores como Pinochet.

Por eso nuestra valoración de estos 40 años de post-concilio no puede ser en modo alguno positiva en su conjunto.

Quisiéramos tener la esperanza que este nuevo Papa que ahora comienza su mandato, deje atrás al viejo Ratzinger inquisidor de teólogos de línea abierta y , volviendo a las fuentes de lo que fue el Concilio Vaticano II, dé un nuevo impulso a esta Iglesia anquilosada que ahora afronta retos inconmensurables en los nuevos tiempos que vivimos.