La Junta Islámica de España ha hecho público el siguiente comunicado sobre las declaraciones del Papa Benedicto XVI que, sgún ellos, revelan una profunda ignorancia del Islam. Recordamos que esta misma Junta condenó solemnemente, basándose en el Corán, la violencia terrorista [Fatua de 2001]. Por otra parte, el que quiera una lectura detodo el discurso del papa hecha serenamente por un musulmán puede consultar el artículo de Abdenur Prado.

El papa en Ratisbona
Comunicado de la -Junta Islámica de España | 17/09/2006

1. Las declaraciones del Papa Benedicto XVI revelan una profunda ignorancia del Islam. Consideramos sus afirmaciones irresponsables e inoportunas, sobre todo procediendo de alguien que ocupa el puesto de mayor responsabilidad en la Iglesia Católica y dada su influencia sobre la opinión pública mundial.

2. Al declarar que el Dios del Islam “es un Dios que no está ligado a la racionalidad, a la verdad y al bien”, el Papa Benedicto XVI hace una clara y deliberada provocación a los musulmanes en la que, no obstante, no debemos caer. Pese a estar en desacuerdo con tales afirmaciones defendemos el derecho del Papa a ejercer su libertad de expresión y condenamos cualquier tipo de conducta que limite este derecho.

3. Algunas de las afirmaciones que recoge (“Muéstrame también aquello que Mahoma ha traído de nuevo, y encontrarás solamente cosas malvadas e inhumanas”) refuerzan el escenario de Choque de Civilizaciones, contradicen las llamadas al ecumenismo que dice propugnar la Iglesia Católica, y suponen un ataque frontal al Profeta del Islam.

4. Con respecto a su referencia al Yihad, identificándola con la “guerra santa”, sorprende que un término que pertenece a la tradición cristiana se atribuya al Islam y a los musulmanes. El concepto islámico de yihad nada tiene que ver con “guerra santa”. Yihad significa “esfuerzo personal” en mejorar moral y espiritualmente, cultivando las virtudes de la constancia, la paciencia y la compasión.

5. El término “guerra santa” no aparece en el Corán. Ni entre los valores del mundo musulmán existe el de la “guerra santa” o el “yihadismo”, por más útil que les resulte a los ideólogos del Choque de Civilizaciones en su objetivo de criminalizar y perseguir al Islam. La “guerra santa” es un concepto y una práctica que pertenece genuinamente a la cultura occidental y tiene su origen en las Cruzadas.

6. La guerra en el Islam, como último recurso ante la opresión y la injusticia, es siempre defensiva y nunca tiene un carácter preventivo. Tiene unas reglas éticas muy estrictas, no permitiendo el daño a civiles, la destrucción de propiedades, la mutilación o la tortura. En ningún caso estaría justificado el terrorismo. En el Corán se dice que quien mata a una persona inocente es como si hubiera matado a toda la humanidad.

7. Los discursos no son ajenos al momento en que se emiten, ni pueden ser valorados al margen de su contexto. La tesis del Papa Benedicto XVI sobre una relación “natural” entre el Cristianismo y Europa, planteada de esta forma y en estos días, coincide con las voces xenófobas que hoy en Europa niegan el estatus de ciudadanos de pleno derecho a la población inmigrante proveniente de otras culturas o a sus descendientes, abogan por la supresión de las manifestaciones culturales no cristianas en el continente y niegan la posibilidad de formar parte de la UE a los países europeos que no sean de mayoría cristiana.

8. En la lección magistral de Ratisbona, el Papa Benedicto XVI olvida deliberadamente que el legado griego (sin el que -según él- el Evangelio pasa a ser un “simple mensaje”)fue transmitido a Europa por pensadores musulmanes. En concreto, Aristóteles fue conocido en las universidades europeas por la traducción al latín de la obra de Averroes. Sólo desde una estrategia de confrontación puede silenciarse la contribución islámica a la conformación del legado europeo.

9. Los musulmanes lamentamos no sólo la propia ofensa recibida, sino también la que se infringe a la teología evangélica, el desprecio que muestra de la capacidad de intuir la verdad de las culturas no europeas, negando que haya otra racionalidad que la griega, y minusvalorando asimismo a las iglesias cristianas no greco-latinas (el cristianismo copto, el cristianismo asirio, etc), y, en general, a los fieles católicos -a la ecclesia- que nunca han necesitado de la teología tomista ni aún menos de la metafísica aristotélica para vivir el mensaje de Jesús. El Papa Benedicto XVI parece olvidar que el diálogo interreligioso es un diálogo entre experiencias de Dios y no entre teologías.