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Los obispos andaluces y el Estatuto

25-Enero-2007    Juan Cejudo
    A mitad del año pasado Juan Cejudo habia comentado en ATRIO el Documento de los obispos andaluces sobre el Estatuto de Autonomía entonces en discusión. Estos días, reunidos en Córdoba, los obispos han dado a conocer una nueva Declaración ante el próximo Referéndum y Juan vuelve a comentarlo en este escrito que nos envía. ¡Qué iluminador es el cambio, de acento al menos, entre las dos declaraciones!

 

SOBRE LA DECLARACIÓN DE LOS OBISPOS ANDALUCES EN RELACIÓN CON EL ESTATUTO DE AUTONOMÍA DE ANDALUCÍA

Lo primero que llama la atención en este documento de los obispos andaluces es que difiere bastante en el tono al que ellos mismos publicaron en el mes de Octubre pasado, cuando fue aprobado en el Parlamento andaluz por mayoría de 3/5 y con el voto en contra, entonces, del PP.

Ahora que ha sido aprobado, prácticamente por unanimidad en el Parlamento español, nuestros obispos moderan sus expresiones y se expresan con un talante mucho más ponderado. Es posible que este acuerdo unánime del Parlamento les haya influido para moderar su tono anterior.

Ya no hacen llamadas a la población para que se opongan activamente a las leyes como cuando decían:

“…hacemos un llamamiento a todos los católicos andaluces recordándoles la obligación moral que tienen de dar testimonio de su fe, oponiéndose a cualquier intento de legislación contrario a los derechos fundamentales de la persona y de los grupos sociales tal como son declarados y defendidos por la doctrina social de la Iglesia.”

Ahora no. Hacen una llamada a considerar los valores morales que tengan o no tengan las leyes que deben votar, pero con un estilo mucho más comedido.

Este cambio de talante me parece positivo. Posiblemente haya influido el que ahora el PP ha votado a favor en el Parlamento español y antes había votado en contra en Andalucía. De todos modos se agradece este nuevo tono de la declaración.

También debo apreciar positivamente que los obispos ahora valoran un poco más explícitamente –aunque sea sólo en 5 líneas– los derechos sociales que el Estatuto recoge y que son muchísimos aunque ellos lo despachen en unas breves líneas. Algo es algo.

Pero…

No estoy en absoluto de acuerdo con algunas de las consideraciones que hacen, como la de que el nuevo Estatuto vaya a debilitar y desestabilizar la familia. ¿Por qué? ¿Poque se reconozcan los matrimonios de homosexuales?

No creo que nadie piense que porque se amplíen los derechos de los homosexuales y se equiparen al de los demás ciudadanos, los matrimonios andaluces o españoles, vayan a destruirse o debilitarse por eso. No creo que tenga que ver para nada una cosa con la otra.

Tampoco estoy de acuerdo en que, porque la educación sea laica, el Estatuto no reconozca la dimensión pública de la religión. En absoluto.

¿Se van a prohibir las procesiones de Semana Santa? ¿Se prohibirá la Romería del Rocío? ¿No habrá fiestas patronales en pueblos y ciudades de Andalucía?

 Parece inaudito que nuestros obispos digan estas cosas y se queden tan campantes. La verdad no les entiendo. Tienen un miedo excesivo a que la Iglesia no pueda expresarse ni manifestarse públicamente.

Tampoco entiendo que quieran que, al nombrar la Historia de Andalucía en el Preámbulo, se haga mención especial a la influencia de la Religión Cristiana.

Tampoco se hace mención a la influencia de la religión musulmana en Andalucía que ha durado igual o más. Puestos a citar la influencia cristiana habría que citar también la de otras religiones, sobre todo la musulmana. ¿O no?

Tampoco estoy de acuerdo con lo que dicen que la Administración sea muy intervencionista. Es que la Administración debe velar por los derechos de todos los ciudadanos, no sólo de los que sean católicos.

Aquí nuestros obispos, como siempre, sacan a relucir ese tufillo clericalista que tanto les define. Parecen pretender que el intervencionismo sea más bien de los organismos religiosos o de las entidades civiles (controladas por la Jerarquía) para imponer su visión de la moralidad y de la vida a todos los ciudadanos.

Estaríamos otra vez en el antiguo vicio de la Iglesia que quiere dirigir la vida pública. Me parece un pésimo asunto que la historia ya ha demostrado que ha sido muy negativo. Por ahí vamos otra vez a los partidos cristianos, a la Democracia Cristiana (recordemos el caso de Italia)…No creo que eso sea para nada deseable.

Yo prefiero mil veces que sea la autoridad civil la que dirija los asuntos que afecten a todos los ciudadanos y que sea la Iglesia la que ocupe su propio espacio en la Sociedad, sin intervencionismos, sin clericalismos, sin privilegios; desde una postura más profética que poderosa, más austera en  medios materiales que deseosa de recibir ingentes cantidades de dinero del Estado para sufragar sus propios gastos.

Una Iglesia que exprese en sus propios lugares su culto  sus creencias y que allí tenga las actividades que quiera, pero siempre referido a los que quieren vivir su fe. Deben comprender que nuestra Sociedad cada vez es más pluralista en  ideas, culturas, religiones y creencias o no creencias. Y que ahí debe encontrar ella  su propio espacio y debe aprender a respetar a quienes tienen que gobernar para todos los ciudadanos sin excepción.

De todos modos también debo decir que me parece muy legítimo que los obispos alcen su voz para decir lo que crean necesario y que deben ser respetados por ello. Más cuando, como en este caso, el tono empleado es correcto y no el apocalíptico y catastrofista que otras muchas veces han utilizado.

El mismo respeto que les pedimos a ellos  para quienes comentamos su Declaración y criticamos aquellos aspectos que no nos han gustado

Juan Cejudo Caldelas.-Cádiz

Miembro de MOCEOP y de Comunidades Cristianas Populares

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