Lugar de Encuentro de lo sagrado y lo profano

Un liberalismo económico que agrava la pobreza

03-Mayo-2007    Maite Lesmes

La proximidad de la visita del papa a Brasil para inaugurar la V Conferencia General en la ciudad de Aparecida está produciendo importantes reflexiones y documentos. Hoy resumimos aquí una CARTA DE LAICOS CHILENOS al Papa y a los Obispos latinoamericanos, que se quedarán reunidos casi un mes cuando el papa les haya hablado y haya volado de regreso a Roma el 13 de mayo. ¿Tomarán entonces con seriedad estas aportaciones?

Los firmantes de la carta recuerdan que el objetivo de esta V Conferencia es “discernir las angustias y las alegrías del pueblo latinoamericano en momentos históricos bien definidos y cruzados por una línea maestra que es el modelo económico neoliberal que azota y castiga a los más pobres y los condena a una especie de muerte lenta.”

Tras esta denuncia del sistema económico liberal, del que dicen Chile es un laboratorio, los colectivos de laicos que firman la carta exponen sus reflexiones en torno a cuatro puntos; reflexiones que nacen de sus convicciones evangélicas y del Vaticano II. Pretenden aparezcan reflejadas en las conclusiones del documento final que se elabore en Aparecida.

1. LA OPCIÓN POR LOS POBRES, dicen, ha de ser una actitud permanente de nuestra Iglesia, en la doble perspectiva teórica y práctica. Implica la “condena al modelo económico neoliberal que oprime, aplasta y crucifica a millones de hombres, mujeres y niños con una vida injusta y miserable.”…”Hemos de ser auténticos discípulos a pesar de los costos que ello nos signifique como Iglesia”. Porque “este abandono de los pobres abarca a los 2/3 de los seres humanos del planeta y es un colosal crimen de GENOCIDIO de los poderosos de este mundo.” Unos 4.000 millones de personas “no tienen el mínimo indispensable para una vida humana y buena.… habiendo en la humanidad suficientes bienes y recursos humanos y técnicos para ello”.

Señalan la causa de este drama universal: “es fruto de un inmenso pecado estructural: el sistema capitalista y neoliberal que domina el mundo global… Es la violencia o injusticia institucionalizada”, que fue condenada ya en las Conferencias de Medellín, Puebla, en Encíclicas…, por promover una inmensa concentración del dinero en empresas gigantescas multinacionales… Es un sistema perverso en sí y no sólo en sus abusos”.

Las desigualdades entre ricos y pobres que crea este sistema se han agravado en los últimos quince años. Por eso “urgimos una lucha clara y directa, no violenta, en contra del sistema capitalista y de las políticas neoliberales por parte de la Iglesia Católica”, siguiendo el ejemplo de la denuncia hecha por la Iglesia de Brasil, que ha emprendido acciones concretas que la carta menciona.

A esa opción por los pobres, a través de los cuales nos interpela Jesús, el Papa y los Obispos del CELAM deben invitar a unirse a todos los hombres justos del mundo.
Recuerdan que la Doctrina y Enseñanza Social de la Iglesia es tema básico en el Evangelio. Sin embargo, apenas se menciona en el Documento Síntesis del Celam.

No les duelen prendas al aludir con nombre y apellidos al Cardenal Arzobispo de Santiago y Presidente del CELAM, que el 11 de diciembre de 2006 alabó “entre las ‘cualidades’ de Pinochet el haber implantado en Chile el sistema neoliberal”.

Si hace quince años, la IV Conferencia del CELAM no condenó –como pretendía un 40% al menos de obispos latinoamericanos- el sistema neoliberal, por presión de la Curia Romana, como está documentado, deben pedir perdón a los latinoamericanos y al mundo por este pecado de omisión de denuncia de la economía de mercado que ha agudizado la brecha entre ricos y pobres.

“Por ello, nosotros, laicos católicos chilenos, hoy frente a Aparecida planteamos que DEBEMOS AMAR MÁS A LA VERDAD HISTÓRICA (JESÚS EN LOS POBRES) QUE A LA CURIA ROMANA E INCLUSO AL PAPA , que son sólo una superestructura de la Iglesia. Y por ello DENUNCIAR LA ECONOMIA DE MERCADO QUE AFECTA FUNDAMENTALMENTE A LOS POBRES”.

2. CONSTRUIR LA PATRIA GRANDE LATINOAMERICANA: En la anterior Conferencia
(Santo Domingo, 1992), la Iglesia Católica, apoyada por el Papa, se comprometió a fomentar y apoyar la Patria Grande de América Latina. Estos esfuerzos solidarios exigen un nuevo orden internacional y “no parece consecuente con este compromiso el ataque franco al ‘populismo’ latinoamericano cuyos líderes actuales…. Buscan explícitamente… la creación de la ‘Patria Grande’ de América Latina”.
La carta rechaza este ataque, que viene “de un clero que no admite elección ni revocación de su poder y que INFANTILIZA A LOS LAICOS masivamente al negarles todo poder importante en la Iglesia, como el concurrir a esta misma Conferencia de Aparecida, con real derecho a voz y voto.
“… Debemos seguir a Jesucristo, Camino histórico, que con su ejemplo y con su Espíritu nos hacen descubrir nuestra “Verdad” y situación históricas para que todos nuestros pueblos, actuando históricamente, tengan Vida, ahora.

3. DESENMASCARAR Y CONCIENCIAR sobre las CONSECUENCIAS de las expresiones del Imperio del TERROR que sustenta el gobierno de BUSH. La carta señala que ahí está la causa de violencia en el mundo y es una forma de opresión en América Latina y Caribe, que va contra los postulados evangélicos.

La paz “no se logra en base a guerras preventivas (Afganistán, Iraq), torturas (Guantánamo…)…”.

“Constituye un verdadero genocidio que después de cuatro años de iniciada la guerra y la ocupación de Irak por las tropas de los EEUU y sus aliados, en una acción conttra el Derecho Internacional, hayan muerto a causa de esta guerra más de 720.000 civiles iraquíes… Nos violenta que la Iglesia Católica, al más alto nivel, Papa y Obispos… NO hayan tenido una clara postura de CONDENACIÓN a esta ocupación criminal, como asimismo de exigencia del retiro de las tropas invasoras.”.

Esperan que, como ya condenó en sendas encíclicas los errores del fascismo y del Nazismo, así ahora la Iglesia “debería condenar la doctrina antihumana y terrorista de la guerra preventiva de Bush”.

“Hasta el momento, el Vaticano está alineado claramente con Bush, al menos por omisión.”

4. La ética y la coherencia y autenticidad evangélicas exigen a la Iglesia QUE SUS FINANZAS SEAN TRANSPARENTES.
Es requisito para la credibilidad de la Iglesia y por el bien común.

Si ya en Medellín (1968) esto preocupó, hoy la Santa Sede no puede tener presupuestos secretos (cualquier democracia respeta este principio).

Manifiestan la esperanza de que en Aparecida los prelados , en teoría y en la práctica, sepan llevar una palabra libre, ética y profética, porque EL ACTUAL STATUS NO ES JUSTO NI EVANGÉLICO Y QUE SE DEBE AVANZAR JUNTO A LOS POBRES, EXCLUÍDOS Y TODA PERSONA DE BUENA VOLUNTAD HACIA UNA SOCIEDAD MÁS JUSTA Y BUENA PARA TODOS..

Concluyen pidiendo que la V Conferencia de Aparecida apruebe una línea pastoral de apoyo a los movimientos de liberación de los pobres. Animan a los católicos a participar en movimientos por la justicia.

Entre los firmantes, el Movimiento “También Somos Iglesia”, de Chile; Comité Oscar Romero, Chile; Revistas, Periódicos, Traperos de Emaús, Chile…

    (El subrayado con mayúsculas y negritas es nuestro).

TEXTO COMPLETO DE LA CARTA

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