Lugar de Encuentro de lo sagrado y lo profano

Las derivas argumentales de Monseñor Sebastián

06-Julio-2007    Joaquin Garcia Roca

Aunque sobre el tema de la EpC ya se ha discutido mucho, no podiamos dejar de recomendar la lectura del articulo que don Fernando Sebastián publicó en Ecclesia y el comentario al mismo que para ATRIO ha escrito nuestro colaborador Joaquín García Roca.

LAS DERIVAS ARGUMENTALES DE MONS. SEBASTIAN

En un reciente articulo. firmado el dia 27 junio 2007 por Don Fernando Sebastián, el arzobispo de Pamplona invita a reflexionar a todos sobre la Educación para la ciudadanía. No me asustan sus tesis, que han sido suficientemente contrastadas con acierto por distintos colectivos , sino que me alarma la estructura mental de quien se dice ser “la cabeza mejor amueblada del episcopado español”. Es necesario visualizar la línea de razonamiento y la forma de argumentar, que se han convertido en auténticos repertorios disponibles para cualquier ocasión.

De lo simple a lo complejo

Hay argumentos que sólo pueden comprender realidades simples o en proceso de simplificación, pero no sirven para afrontar las realidades complejas. Lo simple es el reino de lo binario “o familia o estado”, “o persona o comunidad” “o padres o escuela”. Hay una racionalidad, por el contrario, que permite la inclusión de distintos actores sin someterse el uno al otro ni perder su autonomía propia; pueden ambos apoyarse mutuamente, reforzarse y complementarse.

Decir que sólo los padres o sólo la escuela son pertinentes para educar en valores, son dos impertinencias del mismo tamaño, que sólo generan las mismas intransigencias. La realidad se encarga de imbricarles y tejer sus competencias. Consiente mal en saber quien es antes y quien después, quien cercano y quien lejano. En qué momento la tarea de los padres ha decaído o cuando se puede declarar la orfandad de los hijos.

El pensamiento binario es incapaz de comprender que la formación para el ejercicio de los derechos y responsabilidades cívicas exigen un esfuerzo colectivo tanto más apremiante cuanto mayor es su descuido y deterioro. No se puede hacer el diagnóstico social al que nos tiene acostumbrado Fernando Sebastián y negar la urgencia de la educación en valores en el sistema educativo.

El horizonte de futuro más razonable y humano no será la simple coexistencia de dos bloques contrapuestos e incomunicados: la asignatura de la religión, basada sobre los principios y normas que proceden del credo religioso especifico de cada confesión religiosa, y la de la ciudadanía, sometida al intento de organizar la vida privada y pública a la luz de una razón socialmente compartida.

Amenazas y riesgos

Hay un pensamiento que convierte los argumentos en alegatos y los riesgos potenciales en amenazas seguras. De modo que todo aquello que puede empeorar lo hará necesariamente. Es la estructura mental de Monseñor: cuando un exceso puede producirse, se produce necesariamente. De modo que la hostilidad a la educación ciudadana se sostiene sobre el supuesto de que llegará a ser “ un instrumento de mentalización y adoctrinamiento” El hecho de que sea una posibilidad temible, no permite concluir que se caiga en ella. Como decía Calderón de la Barca”lo peor no siempre es seguro”.

Cualquier alerta contra el adoctrinamiento del signo que sea es bien recibida en el ámbito de la educación ya que es la negación misma de la relación educativa. Tan radical es su perversión que corrompe tanto la fe como la razón, tanto la asignatura de ciudadanía como cualquier otra materia formativa. Los valores que derivan tanto de la fe como de la razón se ofrecen como algo que tiene sentido y resulta razonable y se descubre acercándose a la realidad, dejándose hablar por los otros, abriéndose al misterio de lo real. Cuando alguien puede pecar, no necesariamente lo hace sino que es la condición necesaria para ser santo.

Los valores que proceden tanto de la fe como de la razón están reñidos no sólo con el adoctrinamiento, sino también con la nostalgia y el lamento, ya que previo a su contenido y en razón de su estatuto de valor básico, mira a la vida con gratitud, reconocimiento, confianza y apertura al otro,

No es bueno deleitarse en la mirada del abismo, menos cuando alguien ha aceptado ser pontífice o creador de puentes. Si no siempre todo lo que es una amenaza, se cumple, lo único que se requiere es la permanente vigilancia y sobre todo facilitar a los alumnos los instrumentos críticos, que les permita ejercer su autonomía personal y resistir a todo adoctrinamiento no sólo al que procede del poder político que crea súbditos, sino también del poder económico que crea dóciles consumidores, del poder social que crea ciudadanos siervos o del poder religioso que crea simples feligreses.

Privilegio y responsabilidad

Hay un modo de argumentar que convierte cualquier asunto en un asunto de poder. De este modo se plantear el derecho a la educación como si se tratara de un privilegio a repartir o de un trofeo a conquistar. ¿Por qué no es primariamente una responsabilidad a compartir entre todos los agentes sociales?. Del mismo modo que el deterioro de la convivencia no se le imputa a un único sujeto, sino que atañe a todos los actores sociales, del mismo modo la educación en valores requiere intervenciones y responsabilidades compartidas que implican tanto a las familias como a las instituciones sociales, tanto a los gobiernos como a las empresas, a los medios de comunicación como a las iglesias. Mientras la mentalidad del poder, solo sabe de exclusiones y anatemas, el lenguaje de la responsabilidad sabe de inclusiones, diálogo y propuestas.

Nadie sobra en este empeño. Interpela en primer lugar a la familia, como espacio primario de socialización de los valores, mientras esta no se reduzca sólo a dormir bajo el mismo techo. La conversación con el padre o la madre, la sugerencia cordial del abuelo, la actitud receptiva del hermano son la puerta de entrada a la experiencia de los valores. Con los amigos experimentará la capacidad de iniciativa y creatividad, y pondrá a prueba la forma conjunta de abordar los retos cotidianos, Con las comunidades de sentido (religiosas, culturales…) recibirá propuesta sobre la vida buena y feliz. Cada uno de los actores actúa en variedad de contextos, diversidad de instrumentos y estructuras organizativas. Desde las bibliotecas hasta las parroquias, desde los museos hasta los parques temáticos, desde las casas de la juventud a los centros de cultura popular.

Más aún la educación para la ciudadanía diluye los tiempos apropiados ya que no afecta sólo a la adolescencia y a la juventud, sino a todas las etapas de la vida para socializar aspectos nuevos de la realidad, adquirir destrezas para la convivencia y el dialogo entre generaciones y procurar por el desarrollo personal y colectivo
.
El acuerdo, el diálogo y el consenso sobre el patrimonio común de valores, compartidos y asumidos en una sociedad cada vez más plural moral, religiosa y culturalmente, son más eficaces que el recurso a las leyes, concordatos o imposiciones partidistas.

La demonización del socialismo

Hay una deriva que avanza de manera predecible en la descalificación sistemática y progresiva del socialismo democrático. Sorprende que no haya modificado sus posiciones sobre aquel socialismo que se presentó en los manuales de Marta Hanneker. Es inquietante y peligroso alertar contra el voto al partido socialista, aunque éste sea para derivarlo hacia el partido falangista o el carlista.

Cada vez que se nombra socialismo en este tipo de argumentación, se despiertan todos los demonios del pasado. En el miedo todo es temible y desaparece cualquier dialogo entre las personas. Tan necesario es que un obispo ayude al partido socialista a profundizar en humanidad, como urgente es que llame a hombres y mujeres a resistir al capitalismo. Lo cual solo será posible si asumimos también nuestra propia historia y no nos quedamos fijados en el pasado.

Pedirle que sea más cordial y amistoso con los elegidos por el pueblo, aunque sea para no deslegitimar la democracia, es tan imposible como necesario.

Haz hoy mismo tu APORTACIÓN (Pinchar aquí)

Escriba su comentario

Identificarse preferentemente con nombre y apellido(s). Se acepta un nick pero con dirección de e-mail válida.

Emplear un lenguaje correcto, respetar a los demás, centrarse en el tema y, en todo caso, aceptar las decisiones del moderador