En verdad es lamentable que los propios ciudadanos de la pluralista Europa tratemos de recortarnos uno de nuestros logros de civilización occidental, la libertad de expresión por medio del humor, porque hay quienes pueden ofenderse por ello.

No entiendo como ciertos políticos de “izquierdas” no quieren admitir que se ponga en la constitución europea que el cristianismo fue uno de los fundamentos de la actual Europa y en cambio estén tragando a todo tragar que el islamismo inmigrante de los últimos tiempos en nuestro continente, fomente y enseñe a través de sus guías de templos y escuelas ideas contra un derecho tan europeo como es la libertad de expresión, el sentido del humor o las libertades que nos caracterizan.

¿Qué habría sido de nosotros en Europa-España sin revistas como LA CODORNIZ, HERMANO LOBO o EL JUEVES, sin manifestaciones como las FALLAS VALENCIANAS los CARNAVALES o las CHIRIGOTAS GADITANAS, entre otros medios humorísticos, que nos mostraron y muestran esa necesidad de reírse de lo sagrado, oficial y pretendidamente absoluto?

Parece como si la religión del Islam contemporánea estuviese pasando por su Edad Media de Intolerancia hasta en lo más nimio y no halle ni surjan, entre sus pensadores, teólogos islámicos con una teología de la liberación propia que les abra un poquito más la mente y les señale cuales son sus auténticas prioridades en vez de estar centrándose en cuestiones intrascendentes.

También cabría esperar de los gobernantes españoles, que ahora les ha dado por obstaculizar en las escuelas públicas la enseñanza calificada del hecho religioso —que no es cualquier cosa sino idiosincrasia antropológica— y a la vez instalar las clases de islamismo (véase Valencia, Andalucía, Ceuta y Melilla, etc), que al menos le exijan a los representantes del Islam que viven y enseñan en España: el deber de tolerar el sentido del humor occidental, su libertad de expresión y sus bromas de papel (entre las que se encuentran las caricaturas de Dios o de cualquiera de los personajes sagrados de las religiones), porque de lo contrario todos ésos que estando y gozando de las libertades del territorio europeo o de países con cultura occidental, se escandalizan y ofenden tantísimo por unas simples caricaturas de Mahoma, siempre tienen la posibilidad de buscar mejores sociedades, y por ejemplo plantarse a vivir en cualquiera de los países musulmanes donde a los cristianos, judíos, budistas, o gente de fe distinta a la coránica, no se les permite manifestaciones públicas de su fe o donde se obliga a cualquier mujer a cubrirse, sin su consentimiento, partes del cuerpo que quizás desea lucir.

Sin duda —visto como piensan y se ofenden muchos hermanos seguidores de la religión del Islam—, quizás estarían más a su gusto radicándose a todos los efectos en países de costumbres mayoritariamente coránicas, donde hay ese ambiente que ellos entienden de mayor respeto, presencia de buenas costumbres y control del libertinaje occidental, donde oirán declaraciones públicas de primeros ministros que hablan de querer borrar de la faz de la Tierra al pueblo hebreo y no verán ningún buen musulmán hijo de Dios salir a manifestarse por palabras de ese estilo tan violento u ofensivo contra la raza humana. Como dice un refrán: “Si quieres la vaca (en este caso Europa), tendrás que querer también a sus terneritos (la libertad de expresión, el sentido del humor y las libertades propias de los europeos)”.

Al menos, como docente perteneciente a la perspectiva cristiana, puedo dar testimonio de que tanto en Europa como en América enseño y se me deja enseñar, en el marco de la escuela y de la docencia pública del hecho religioso, que EN LAS RELIGIONES NADA ES ABSOLUTO, SÓLO DIOS (EL INEFABLE) ES ABSOLUTO