Lugar de Encuentro de lo sagrado y lo profano

Eros y Thánatos

12-Septiembre-2007    Luis Troyano
    El objetvo de ATRIO es ayudar a las personas a realizar, con los pies en el suelo y los ojos bien abiertos, ese tránsito desde las crencias e ideologías a la fe y las vivencias, desde las instituciones cerradas al espacio abierto de diálogo. Si a veces hay que de-construir es para que puedan brotar personas libres y solidarias. Luis, que ya ha publicado en ATRIO otras reflexiones, es un buscador de nuevos caminos que sin duda nos aportarán algo.

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    Por amor nos laceramos las manos,
    construimos el mundo,
    traemos la redención a nuestro prójimo.

    Por placer,
    Nos entregamos a la muerte.

    Guillermo Pilía

Decía Freud que el hombre se ve atenazado por dos grandes fuerzas instintivas y opuestas, a las que dio el nombre de Eros y Thánatos. La primera simboliza la fuerza de Vida, el deseo, la atracción, lo creativo, el amor. Enfrente se encontraría irremediablemente de cara a Thánatos, o instinto de muerte, de autodestrucción, de repulsión. Y así, navegando entre un instinto y otro, tendría el hombre su camino. Eternamente debatiéndose entre la Vida y la muerte.

Los grandes impulsos que mueven a los individuos, son las grandes fuerzas que imperan en las sociedades humanas.

La “pregunta del millón”, es si la especie humana, conseguirá o no dominar –y hasta que punto– el impulso negativo inherente a nuestro psiquismo, que nos arrastra a la autodestrucción.

Albert Einstein le preguntaba a Freud, si “el hombre podría dominar su instinto de muerte.”
Freud le contesta: “Hambrientos pensamos en el molino que tan lentamente muele, que podríamos morir de hambre antes de recibir la harina” .

  • Los Cuervos de Thánatos
    • Dicen que los cuervos huelen la muerte.
      Thánatos despliega sus negras sombras sobre nuestro planeta.
      Olemos a muerte, estamos enfermos.
      Kósmicos cuervos acuden a bandadas.
      A posarse sobre las ramas secas de la indiferencia.
      ¿Se disputarán nuestros despojos?
      Solo poniendo nuestro peso moribundo
      en el platillo de Eros, de la Vida,
      espantaremos los cuervos de Thánatos.
      La balanza, podemos moverla hacia la vida.
      Depende de nosotros. “¿Quién es el rey de la creación…?”

      También en el banquete de los ricos
      hoy aparece sonriente la calavera.
      Vida para todos o muerte para todos.
      Sabio es el Kosmos, que castiga sin manos.
      No pueden comprar los ricos
      otra Tierra para sus hijos.

      Los huesos del faraón, no han revivido.
      Sabia es la vida y sabia es la muerte.
      La vida y la muerte, castigan sin manos.
      Es justa, nos iguala a todos.

      La planta brota con un impulso de vida.
      Y nosotros la pisamos.
      Hemos sido taladores.
      Que Thánatos se nos lleve.
      Los tiernos niños, serán jardineros.
      ¡Que bárbaros, eran sus abuelos!

      ¡Qué razón tenia el noble indio!

      Sólo después que el ultimo árbol haya sido cortado,
      sólo después que el ultimo río haya sido envenenado,
      sólo después que el ultimo pez haya sido pescado,
      sólo entonces descubrirás que el dinero no se puede comer.

      Como el rey Midas,
      ¡Todos! deberemos cambiar el oro por vida,
      bañándonos en el río Pactolo.

      Los capitanes borrachos, que nos llevan al infierno.
      La náusea, la pretenden universal.
      Solos con su vomito. Tirados en la acera, de la calle Progreso
      deberán quedar. Rumiando como se han “caído en el arrollo”.

      ¿Dónde están, los bodhisattvas? .
      Apareced, hermanos.
      Construyamos la belleza.
      El remolino nos traga.
      Vosotros tenéis poder.
      Serenad los volcanes.
      Serenad los “rugientes cuarenta”.
      El viento del desierto.
      Sosegad el convulso mundo. Serenad el torbellino.
      Haced que la Luna,proyecte majestuosa su reflejo
      en el sereno estanque.
      Haced posible un mundo donde la madre amamante a su hijo
      en paz.

      ¿Qué universo paralelo, es el infierno?
      Si no es la realidad que vivimos.

      Nos ahogan en su vómito
      los capitanes borrachos,
      aliados de la muerte.
      Hacen hediondo el mundo.
      A un tormento de agonía pugnan por arrojarnos.
      Sirven al dios Thánatos.
      Los cuervos se lo agradecen. ¡Qué gran festín!

      Hazte, esta pregunta.
      ¿Dónde descargas tu peso?
      De la balanza, ¿qué platillo es el tuyo?
      ¿Qué pone su letrero?
      Pone Vida o pone Muerte.
      ¿A qué dios sirves?
      A Eros… o a Thánatos…

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    Lentamente, pero el molino de Freud, rueda inexorable sobre su eje, como el mundo gira alrededor de sus polos.
    Con avances y retrocesos, vamos ampliando nuestra lucidez a pesar de todo, de manera que cada vez podemos aplicar mejores soluciones a nuestros problemas.

    Hoy vemos, por ejemplo, dónde estuvo el error en la lucha revolucionaria proletaria.
    La clase obrera se apropió de determinados intelectuales y lideres políticos, con vistas a autorredimirse de las jornadas de trabajo de más de 12 horas, de los niños trabajando atados a las máquinas, de los salarios de miseria, etcétera… Esto cristalizó en el anarquismo y el comunismo.

    Pero los millares y millares de libros de teoría política revolucionaria, esos que ayer se leían con devoción y hoy se amontonan el las librerías “de viejo” y no los quiere nadie, partían de un reducciónismo.

    Según el cuadrante de Ken Wilber, que explicaré someramente, lo social es importante sin duda, pero es una cuarta parte de la realidad.
    Sin entrar a discutir las teorías comunistas y anarquistas, se pueden refutar rotundamente, como limitadas.

    Ignorando el interior subjetivo del individuo, podemos construir bonitas y teóricas estructuras sociales, pero sin la práctica y voluntaria adecuación del individuo a estas estructuras, estaremos haciendo “metafísica política”.

    “La piedra de toque es la realidad”, creo que algo parecido escribía el mismo Marx. Pero el materialismo desprecia la parte subjetiva del Kosmos. En concreto, Marx, nos presentó un “taburete de dos patas”.
    No quiero abundar más en los errores y derrotas de la clase obrera, a la que pertenezco. Sólo diré una cosa:
    A los hechos me remito…
    Uno de los motivos de por qué el socialismo solidario no ha prosperado, es porque es el egoísmo lo que nos mueve a burgueses y obreros.

    Tiene su explicación histórica, pero simplemente centrémonos en el hecho de que Occidente se ha volcado, desde que rompió las duras amarras de la religión, en lo exterior objetivo. Lo subjetivo lo ha estudiado desde lo objetivo. Así la subjetiva alma humana aún la estudia desde el objetivo cerebro.

      “Siempre están soñando sistemas que les hagan innecesario el esfuerzo de ser buenos”.
      T. S. Eliot

    Personalmente, he podido experimentar lo siguiente. Tengo innovaciones en el campo de la técnica. Un sistema para captar la energía de las olas, cuando estas rompen en la costa, un generador eólico, un colector solar, etcétera.
    Me he topado, al intentar darle curso, con el escepticismo, la desidia, y la malicia. Y esto. Con el galopante cambio climático…

    Tenemos soluciones para todo, pero nos falta voluntad de aplicarlas, y tenemos un desierto científico en cuanto a explicaciones al porqué no queremos aplicar las soluciones pertinentes para transformar el mundo y hacerlo menos cruel. Aunque la reciente Psicología Transpersonal encamina sus pasos en la buena dirección, de manera que nos de pautas para ser capaces de transformarnos alejándonos del egoísmo (paradójicamente, para nuestro propio bien). Y los psicólogos evolutivos, nos explicarán el porqué actuamos colectivamente, tan torpemente, la mayor parte de las veces.

    La Psicología Evolutiva, está arrinconando al postmodernismo. Esta psicología establece jerarquías, lo que no es capaz de establecer el relativismo postmodernista, que no tiene más verdad absoluta sino que todo es relativo. Luego su afirmación absoluta también es relativa.

    ¿Qué, vida interior tenemos el común de nosotros, los occidentales? Volcados todos al logro material, cambiamos nuestra intima paz interior por oro.
    Si queremos ser capaces de afrontar cosas como el sufrimiento, la enfermedad, la muerte. Si queremos ser capaces de entender que en un mar de sufrimiento colectivo, individualmente no podemos ser felices. Entonces deberemos recurrir a “terapias” anti-egoísmo.

    Cuando comprendamos, íntimamente interiorizados, que el yo, no es nada sin el nosotros y actuemos en consecuencia. Entonces las fórmulas políticas científicas (y si es científica no es egoísta) seremos capaces de aplicarlas.

    Nos queda que aplicar la ciencia, al campo descuidado de nuestra pésima voluntad solidaria.

    Resumiendo:

    Con una REVOLUCIÓN ESPIRITUAL podremos hacer todo tipo de revoluciones. Y todo tipo de revoluciones fracasarán irremisiblemente, si no se cuenta con el interior humano y si ese interior no es capaz de abrazar el tipo de revolución que sea.

    Tenemos en Oriente “un filón” por “explotar”.
    Lo que la Psicología Transpersonal y la neuroteologia están empezando a descubrir los orientales hace milenios que lo saben. Es muy buena la psicología occidental hasta la etapa evolutiva del individuo donde impera la Razón, pero la razón está unida al ego y para ser menos egoístas deberemos trascender el ego, ampliar la lucidez de nuestra conciencia, accediendo a un estadio más amplio que el egoico. Y esto no significa “disolver” el ego. Se trasciende, este ego, pero queda integrado en algo más amplio.

    Nosotros los occidentales, hasta ahora, hemos sido los maestros en lo referente al dominio de la naturaleza. La ciencia empírica y las diversas técnicas de lo objetivo, son nuestras. Pero tenemos encima LA GRAN CRISIS porque nuestro autocontrol es muy primario. Somos como niños inconscientes, jugando con misiles.
    Oriente nos necesita a nosotros, pero nosotros y el mundo en su conjunto necesitamos más a los orientales.

      “La próxima revolución, será psicológica.”
      Louis Pauwels

      “El siglo XXI, será espiritual o no será”
      Andre Malraux

      “En el futuro, los occidentales y los orientales formarán una gran sinfonía espiritual.
      Espero que venga pronto el día en que toda la humanidad se armonizará en una comunión universal.”

      Rabindranarh Tagore

      “Europeos, por medio de la fusión del espíritu oriental y occidental, podréis crear la más alta dimensión de la vida.”
      Taisen Deshimaru

  • El cuadrante de Ken Wilber:
  • Al menos Wilber, ya incorpora el mundo subjetivo, el “interior del Kosmos”, para explicar este Kosmos. El cientificismo “chato” (expresión de Wilber) nos ha sumido en un mundo de superficies sin profundidad. Un mundo donde no se reconocen más valores que los que establecen el microscopio o el telescopio. ¿Dónde está, el que mira?

    Además de incorporar la “Spiral Dinamics” como un ejemplo de los niveles u olas del desarrollo de la conciencia. Nos muestra en su obra, en su Modelo Integral, una concepción omninivel y omnicuadrante. Y esto, dicho así, no se entiende; habría que leer sus libros porque la explicación es muy larga. [El enlace puesto a Spiral Dinamics lleva a otro artículo del autor donde expone más extensamente esas teorías de Wilber].

    Sólo decir que, en síntesis, los cuatro cuadrantes de Wilber se refieren a las cuatro dimensiones más importantes del kosmos, es decir, el interior y el exterior del individuo y de la colectividad.
    La conciencia individual o subjetiva (cuadrante superior izquierdo) esta inextricablemente unida al organismo y al cerebro objetivo (cuadrante superior derecho), a la naturaleza, al sistema social y al medio ambiente (cuadrante inferior-derecho) y a los contextos culturales, los valores y las visiones colectivas del mundo (cuadrante inferior-izquierdo). Cada uno de los cuadrantes experimenta un proceso de desarrollo que discurre a través de numerosas olas, corrientes y tipos.

    Es increíblemente sencilla, la base desde la que estructura todo su pensamiento Wilber. Pero es una innovación prodigiosamente revolucionaria del pensamiento occidental y universal.
    Es una visión abarcadora, capaz de establecer jerarquías de valor, tanto en el lado objetivo del Kosmos, como en el lado subjetivo.

    A continuación incorporo aquí, algo extraído de su libro Una Teoría de Todo:

    Caminos

    Del mismo libro de Wilber, extraigo lo siguiente:

      “El cerebro de un místico

      Comencemos con un sencillo ejemplo conectando a una meditadora a un EEG (electroencefalógrafo). Supongamos ahora que cuando la meditadora entra en un estado contemplativo profundo el EEG muestra una pauta de onda cerebral inequívocamente nueva (como, por ejemplo, la presencia de ondas delta de gran amplitud que normalmente sólo aparecen durante el sueño profundo sin sueños). Supongamos también que la meditadora afirma que su experiencia directa de ese estado es una especie de expansión de su conciencia, una intensa sensación de amor y compasión y el sentimiento de haber descubierto algo numinoso y sagrado en si misma y en el mundo; en general, una experiencia para la que no se le ocurre mejor calificativo que el término “espiritual”. Supongamos ahora que otro meditador avezado entra en ese mismo estado y el EEG evidencia el mismo conjunto objetivo de pautas de ondas cerebrales e informa de la presencia de similares experiencias espirituales subjetivas.

      Sigamos suponiendo, por seguir con este mismo tema, que lo dicho hasta ahora sea cierto (y tal vez convenga, en este punto, señalar que no se trata de algo tan extraño como pudiera parecer a simple vista, porque hoy en día existe un cuerpo sustancial de investigación que así lo corrobora). En tal caso, los ámbitos de la ciencia y de la religión no se hallarían tan separados como creemos –no serían dominios no solapados-, sino que, muy al contrario, se hallarían profundamente imbricados.”

    Yo, que imagino mucho, parto del hecho demostrado siguiente: Al espíritu lo colocamos en la parte superior y a la materia en la parte inferior, en nuestra escala de valores. Pero la ciencia que estudia la materia, acompaña al hombre encuanto es vida, mente, alma y espíritu.
    La ciencia empírica tiene que decir, y mucho, del espíritu humano, por ejemplo.

    En conclusión, a donde quiero llegar. Es que si todo está interrelacionado, lo objetivo influye en lo subjetivo y viceversa.
    Si influimos sobre A-espíritu, influiremos sobre B-cerebro. Pero es que si influimos sobre B-cerebro también influiremos sobre A-espíritu.

    Si nuestra occidental ciencia objetiva la ponemos complementariamente al servicio de la ciencia subjetiva oriental, entonces podremos transformarnos místicamente con las ciencias objetivas y subjetivas, actuando sobre un mismo punto, el individuo.
    Desde aquí, hago una propuesta a los investigadores de esa rama emergente de la neurobiología como es la neuroteologia.

    Imaginemos un monasterio que esté regido por monjes, que al mismo tiempo sean neurólogos y donde se aplique lo último de las ciencias objetivas y subjetivas. Que a ese monasterio accediese el individuo para cursar un corto “master” en el arte de vivir.
    La razón es propia de un estado de conciencia determinado. Nosotros la empleamos como el foco de una linterna que alumbra el mundo y nos permite desvelar sus secretos.
    Desde el campo subjetivo se le enseñaría al “estudiante” a volver el foco de la linterna hacia el punto desde donde se origina la luz, entonces veríamos la faz de Dios.
    Desde el campo objetivo, actuaríamos sobre el cerebro, favoreciendo esa introspección, que vuelve la conciencia, hacia el punto donde se origina.

    Si conseguimos un método rápido de ampliación de la conciencia del individuo, seria la panacea para la humanidad. Conseguiríamos LA MAS GRANDE REVOLUCIÓN, desde que el homínido posa las plantas de sus pies sobre la Tierra.

    El individuo saldría del monasterio, mas lúcido y compasivo. Con la conciencia ampliada, doliéndole el mundo como parte de él. Se traduciría en un querer actuar de forma positiva, serviría al dios Eros.
    Quizá no tengamos otra esperanza hoy que transitar por el camino que apunto. El que nos llevaría, no a una nueva esperanza relativa, sino a la Eterna y Absoluta, Siempre Nueva Esperanza.

    Esto que apunto aquí, no deja de ser mera especulación. Pero se están dando pasos en este camino. La ciencia empírica aplicada al alma humana.

    Mariano Sigman, investigador en neurociencias de la Universidad Rockefeller de Nueva York, en un artículo que fue publicado originariamente en Le Monde Diplomatique y ha dado la vuelta al mundo traducido a varios idiomas, nos anuncia:

      Japón proyecta cerebros artificiales y curar todas las enfermedades mentales en los próximos 20 años.
      El Instituto del Cerebro Riken
      desarrolla tres programas que pretenden entender, y proteger el cerebro, además, fabricarlo artificialmente.

    Con una conciencia ampliada, podremos llevar a cabo “La madre de todas las revoluciones”,

    • LA REVOLUCION DE LA SERPIENTE:

      • Hecha sin pisar: “Ni la flor ni la zarza” .
      • La más limpia de las revoluciones, hecha sin muerte ni destrucción.
      • Para mí, la única revolución legitima y científica, es la que “revoluciona el molino de Freud”.

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