13-Noviembre-2007
Atrio
Si ATRIO lleva seis años en la red, intentando presentar la fe cristiana de forma que pueda ser acogida por el mundo de hoy como fermento y no rechazada como cuerpo extraño, IGLESIA VIVA lleva en esta tarea cuarenta y dos años, siete veces más, como revista de pensamiento cristiano según el espíritu del Vaticano II. Y en su último número, el 231, reflexiona expresamente sobre esta tarea de “Proponer la fe cristiana hoy” con su característicos rigor intelectual y libertad crítica.
Se puede acceder al índice y a algunos artículos de Iglesia Viva a través de su página en Internet. Pero su contenido completo sólo está disponible a quienes se suscriba en sus modalidades
de papel (que incluye acceso completo a los artículos en versión digital) o por
edición digital. Se puede solicitar la suscripción a través de este
Formulario.
¡Vale la pena seguir manteniendo esta importante revista posconciliar que está en la base de tanto pensamiento cristiano renovado!
Hay en este último número cuatro textos abiertos a todos que aquí resumimos animando a comentarlos:
Para trasmitir la fe hoy hay más dificultades que recetas: se equivocan quienes creen que los métodos antiguos (una familia tradicional, la clase de religión o la catequesis memorista con preguntas y respuestas) pueden seguir funcionando como recetas infalibles para transmitir la fe. La cultura global de la nueva sociedad de la información y la comunicación crea, sobre too en las nuevas generaciones, nuevas maneras de pensar y plantea nuevos retos. Es imposible el retorno idílico al pasado.
La fe sólo puede surgir como punto de llegada de un testimonio y acompañamiento a la persona hasta hacerla capaz de hacerse las verdaderas preguntas últimas y acoger las verdaderas respuestas. Ese proceso de experiencias encadenadas no se puede cortocicuitar si se desea que haya creyentes en el futuro, como explica Javier Vitoria en su artículo “Dilatar el umbral de la fe. La mistagogía de la experiencia”. Esperar el tiempo de Dios en las personas.
La represión de los intentos de los modernistas de hace cien años para proponer el cristianismo en la cultura científica y democrática moderna nos recuerda que hoy, en tiempos de restauración eclesial, esta tarea es más urgente que nunca. Lo plantea con usa profunda seriedad y libertad el veterano eclesiólogo Joaquín Perea en un Signo de los Tiempos. En Atrio esta crisis del modernismo nos es especialmente familiar, Una crisis que no se cerró ni se cerrará.
Lo que distingue más a la iglesia tradicional de la tradicionalista respecto a las cuestiones de ética y política es si hay que actuar en nuestro mundo “como si Dios existiera” (como proponen los neoconservadores “ateos arrodillados”) o “como si Dios no existiera”. Un texto de Dietrich Bobhoeffer escrito desde la cárcel nazi expresa esta última opción como exigencia de una verdadera fe. Dios adquiere su sitio en el mundo gracias a su impotencia.
Leídos estos textos (o los demás quienes tengan acceso) ¿que se podría resaltar o comentar de este número de Iglesia Viva?
Archivado en Cristianismo |
Para continuar abierto y libre ATRIO necesita tu generosidad.
Haz hoy mismo tu APORTACIÓN (Pinchar aquí)
