Lugar de Encuentro de lo sagrado y lo profano

El centro de la parábola

17-Enero-2008    Luis Troyano
    Dejando a parte los conflictos actuales de la Iglesia católica –un papa que simbólicamente vuelve la espalda al pueblo y una universidad romana que cierra las puertas a un papa que trata a los gobernantes de la Urbe y del Lacio como Rey de Roma– bueno será que nos dediquemos más bien a profundizar en el Misterio –abierto en Jesús a los gentiles de todas las culturas y épocas– que es a lo que nos invita este artículo.

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    “Poco importa que el gato sea blanco o sea negro. Lo importante es que caze ratones”.
  • Lo que le ocultó al cristiano el “clero egipcio”.
  • Casiano, Evagiro Pontico, Dionisio, Buenaventura, el maestro Eckhart, Hugo de san Victor, los autores de la “Filocalia” y de la “Nube del no-saber” respectivamente, Teresa de Jesús, Juan de la Cruz, Madame Guyon…, grandes místicos de Occidente, detentadores de un conocimiento, que nosotros presuntamente herederos de ellos, conocemos menos que conocemos el idioma chino.

    El conocimiento de estos concretos místicos y el de todo autentico místico le hace más feliz y mas compasivo con el hermano. Punto. A esta “caza de gato” me refiero.

    Con la eclosión de la etapa evolutiva de la razón, en Occidente, en tiempos de la Ilustración, echamos “por la borda” todo lo que fuere religioso. No sabíamos que echábamos “al mar” mucha ganga, pero también oro.

    ¿Cómo no se percataron del oro los ilustrados? Porque “El clero egipcio”, los fariseos de entonces, tenían tan relegado a un último termino lo místico y a los místicos, que despreciando lo exotérico de la religión, pensaban que despreciaban toda la religión. No se percataron de que algunos de los místicos ascendían a una lucidez mayor que la pudiera haber alcanzado Voltaire, por ejemplo.

    Pero no solamente los místicos eran relegados. A lo largo de la historia de la Iglesia Romana, la mayoría han sido perseguidos. Pensemos en la historia de Miguel de Molinos y su Quietismo, por ejemplo.

    Lo exotérico de la religión (doctrinas, ritos, instituciones…) está en función de lo esotérico (experiencia de fe, iluminación interior…). Lo catafático (el hablar de Dios) en función de lo apofático (el callar sobre Dios).

    Si lo apofático o esotérico lo suprimimos y nos quedamos tan solo con lo catafático u exotérico, entonces nos quedamos con tan sólo el frasco que debería contener la levadura, fermento de la masa.

    La mística es lo autentico de la religión. Sin esta mística la religión, sea la que sea, acaba en un árbol que se seca porque por él ya no circula sabia. Los árboles secos se talan, ¿o no?

    En lo referente al cristianismo, tenemos no obstante el brote siempre verde del maestro Jesús, autentico hombre-Dios para mi y motivo por el que, por ejemplo, escribo esto que lees.

    Si los “funcionarios de Dios”, herederos de la casta sacerdotal egipcia y después farisaica, hubiesen sido auténticos discípulos aventajados de Jesús hasta estar capacitados para iniciar al pueblo en el Misterio del centro de las parábolas atribuidas a Jesús, el cristianismo hoy posiblemente gozaría de buena salud. Sin embargo hoy es como digo un árbol seco y carcomido, y quien lo niegue lo puede hacer por supuesto pero creo que niega la evidencia.

    Lo auténtico “es”, está en la realidad como un bloque de granito, no necesita defensa. Se defiende lo débil, lo enfermizo. Lo que es fuerte por sí mismo se hace un lugar en el mundo por derecho propio. Lo auténtico bueno es bueno para los buenos.

    ¿Somos todos los no cristianos malos?

  • ¿Cuándo empezó a morir el cristianismo?
  • Con el desarrollo del estudio de la Historia de las Religiones, las intuiciones que contenían las llamadas “herejías” gnósticas fueron abandonadas.

    Se pasó a dejar meridianamente clara y resuelta la idea de que el gnosticismo es un fenómeno básicamente precristiano y un movimiento religioso independiente. En el comienzo del siglo XX, Wilhelm Bousset declaró que “el gnosticismo es antes que nada un movimiento precristiano con raíces en sí mismo. Deberá por tanto ser entendido en sus propios términos y no como escisión o derivado de la religión cristiana”.

    Walter Bauer publicó en 1934 una obra que reconocía que “originalmente ciertas manifestaciones de vida cristiana que los autores de la Iglesia denuncian como herejías, no habían sido nada de tal género, siendo por el contrario las únicas formas de la nueva religión; esto es, en esas regiones, eran simplemente el cristianismo.” ( la negrita es mía).

    Los gnósticos cristianos capaces pugnarían por llegar al centro de las parábolas de los evangelios, otros se quedarían en la parte más periférica.

    Pero desde el concilio de Nicea y desde antes, los obispos de entonces se dejaron seducir y comprar por el poder político y se convirtieron en unos fariseos más, en un “clero egipcio”. Unos funcionarios del poder político que “ponían a Dios a su servicio”. Obviamente no les interesaba nada más que intermediar entre el pueblo y Dios.

    Y la vía mística es directa hasta Dios. Lo único que se necesita son auténticos maestros espirituales que nos guíen a encontrar a Dios en nosotros mismos (apofatismo) no “intermediarios de Dios”.
    Incluso sabemos que muchas veces fue el mismo clero, quien ostentó el poder político. Sin que se notara ni un ápice su “iluminado hacer”.

    “El clero egipcio” proscribió la vía apofática esotérica de aproximación a Dios. Motivo por el que tenemos en Occidente semejante desierto espiritual.

    Si las plantas tiernas de la espiritualidad genuina nuestra, no hubiesen sido declaradas heréticas, hoy no necesitaríamos importar nada de la espiritualidad del Oriente.
    Nuestros genuinos brotes espirituales ya estaban injertados de esa espiritualidad oriental.

  • Pero hagamos un canto a la esperanza:
  • Hoy quien quiere profundizar en su espiritualidad, ya no necesita saber latín para saber de un Dios, que también era el Dios egipcio.

    Hoy tenemos prácticamente todas las tradiciones espirituales a nuestro alcance. Mirad por la Red, está todo. Bueno malo y regular.

    El sincero buscador espiritual hoy ya no debe partir de la secular tradición religiosa donde esté inmerso, algo obligado cuando el mundo “era más pequeño”.

    Que cada cual busque su camino. Hoy Dios lo tenemos más próximo.

    Que gran pecado el de la casta sacerdotal, nos ha ocultado a Dios. Deberían temblar si verdaderamente creen en el infierno que confiesan creer.

    Pobres clérigos, los también engañados.

    P.D.

    Jesús es un referente de gran maestro espiritual, para mí. Pero el Cristo de la religión, no lo admito, considero es una imagen borrosa de Jesús.

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