Sexo y amor sin fronteras
08-Mayo-2008 Honorio Cadarso- Esta reflexión novedosa, sugerente, nace del corazón grande de una persona que sigue en el otoño de su vida acercándose a la realidad de las personas inmigrantes y comulgando con ella. ¡Cómo se une con la entrada anterior! ¡Cuanto verde Espíritu de vida hay aquí! Gracias, Honorio, por hacernos partícipes de tu reflexión.
Las migraciones, este gran acontecimiento que ha generado la globalización, vuelven a plantear ese drama del encuentro amoroso entre personas de pueblos, etnias, culturas diferentes. Y no todo es trata de blancas, o matrimonios apañados para conseguir los papeles, ese tema tan manido y tan manoseado por los medios informativos, propensos al morbo y al maniqueísmo sexual… Cualquier observador no maleado por el morbo y el maniqueísmo podría constatar hechos como los que siguen:
A fuerza de pensar en términos económicos, solo vemos en los inmigrantes unidades de trabajo y consumo, como si estuviesen capados, como si fuesen seres asexuados. Pero no, Eros, Cupido, el sexo se sobreponen a esta imposición; el corazón reclama sus derechos en ambas direcciones.
Y así el sexo se presenta como la gran oportunidad, el gran puente que abre camino al encuentro y abrazo entre etnias, culturas, religiones, amigos y enemigos.
Todo intento de poner orden en el fenómeno migratorio reclama una atención al sexo, la afectividad. Simplemente, deberíamos dejar que la naturaleza se exprese con absoluta espontaneidad y orden; y la naturaleza no reconoce ningún prejuicio racial, cultural o de lo que sea, no entiende de barreras…
¿Por qué esos seguratas no permiten a los jóvenes la entrada en las salas de fiestas?
¿Por qué cuando se da trabajo a un inmigrante no se le facilita la convivencia con su pareja sentimental? ¿Acaso la vida sexual no forma parte de los derechos fundamentales de la persona humana? Es absurdo que los padres se opongan a amores interétnicos, interculturales…Y suele además ser contraproducente.
Sería de desear que técnicos y expertos en pedagogía y en sicología elaborasen una asignatura de “Educación para la convivencia sexual”.
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