Lugar de Encuentro de lo sagrado y lo profano

Al hilo de nuestros debates

19-Agosto-2008    Paco Barco
    Para los que llevamos adelante el PROYECTO ATRIO, la comunicación-diálogo ha sido siempre tan importante como la información-noticia. La reflexión sobre lo “sagrado y los profano” la hacen todos los comentaristas. Los que firman los post y los de bajo, Por eso nos parece útil someter a reflexión el estilo como se hace ATRIO a partir de la visión de un reciente incorporado.

Me he dado una vuelta por los distintos temas tratados en estas páginas de nuestro querido ATRIO, y desde luego la riqueza de temas es considerable, la participación amplia e interesada, los conocimientos notables…

Muchos de los comentaristas son asiduos en varios temas y especialidades y muestran una muy buena actitud dialógica. Harían un preciado papel en el Parlamento que está escaso de polemistas de altura.

Con mi breve trabajito, incluso el sugerente título de Reflexión teológica en la sociedad informacional se lo puso Antonio Duato, he comprobado el interés del tema, y no es para menos, denota lo viva que se encuentra la necesidad de reflexión en libertad de Dios y que esta necesidad es compartida por tod@s, no sólo por los teólogos de toda la vida. Mujeres y hombres de cualquier profesión o estado reflexionamos y hemos encontrado en estas páginas, así como otras, (Redes Cristianas, Eclesalia y muchas más), un recurso, una comunidad de intereses y un bálsamo, y por qué no, yo confieso que lo vivo así, una verdadera Comunidad Virtual, pero virtual que viene de virtus, fuerza.

El Dios ha muerto, de Cox, a mi juicio es cierto, porque Él ya no habita en el Templo, no es sagrado-separado, es más íntimo a nosotros que nosotros mismos y muchas de las referencias que teníamos como inamovibles han caído.

Nos encontramos ante las puertas, quizás mucho más adentro, de una nueva civilización y como siempre en la Historia, no tenemos recetas, ni modelos y no podemos volvernos a seguridades ya no válidas, a los antiguos “Becerros de Oro”, aunque no nos faltará la escarcha de la mañana en este nuevo Éxodo.

En este caminar confiados, pero críticos, libres, solidarios, me atrevo a sugerir la necesidad de acompañarnos de algunas actitudes y aptitudes para este nuevo diálogo.

Actitudes de los participantes:

    Intentan decididamente ser objetivos, aunque no ignoran la subjetividad
    No tienen una actitud voluntarista, aunque sí llena de firme voluntad
    Asumen un método, un principio de procedimiento, pero no lo confunden con el fin, saben que es un medio.
    Comparten que el conocer es una experiencia, un proceso permanente que está formado por la razón, la voluntad, la memoria, las emociones y los sentimientos y que los conocimientos son un saber hacer, no un premio, ni una transmisión cerrada
    Saben que la verdad, nuestra verdad, se busca, no se tiene, ni se regala
    Son creativos, arriesgados, innovadores, pero no temerarios
    Están ilusionados, pero no son ilusos
    Son cooperativos y aceptan a los otros, se ponen en su lugar
    Desean y saben escuchar
    Creen en el diálogo, la información y la participación
    Creen en la investigación participativa como modelo de aprendizaje permanente
    Son libres, abiertos, críticos, constructivos, constantes y no excluyentes
    Saben que la sociedad de nuestro tiempo, como ninguna otra, si cabe, es compleja, diversa y transversal y no tiene una receta fija, absoluta y permanente
    Viven convencidos que cada generación, cada época ha de replantearse el cómo, el qué de sus conocimientos sin cainismo, con suma solidaridad horizontal, con sus congéneres, y solidaridad vertical con las generaciones pasadas y futuras.
    Tienen muy asumido que la verdad que vayan descubriendo se ofrece, no es un arma arrojadiza.

Aptitudes:

    Estudiosos, reflexivos, informados, organizados
    Definen, acuerdan y homologan sus palabras y sus conceptos de manera que todos, y en todo momento, entienden y conocen los significados y significantes comúnmente acordados previamente
    Acuerdan y preparan las reuniones y los discursos con anterioridad, no improvisan
    No se presentan y requieren grandes y alargados objetivos en el tiempo
    Saben que los aprendizajes se producen en el aula, los pasillos, los recreos, los viajes, los amigos, las familias, los medios de comunicación, los trabajos, en la vida.

Aprender es un VER con una nueva mirada reflexiva, con unos valores a descubrir, y con una información para poder analizar, JUZGAR, con trabajo de investigación personal y grupal y puesta en común para ACTUAR., que es , a la vez, el nuevo conocimiento construido, ese nuevo saber hacer y comprender y ese modelo nuevo de actuar y transformar

Para terminar, todo dialogante ha de comprender, y más en una época tan quicial como ésta, que el texto es también mensaje, por lo que no podemos aferrarnos a viejas expresiones (no tiene sentido peyorativo).

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