Lugar de Encuentro de lo sagrado y lo profano

El camino de la refundación… (Ap. 21, 5)

07-Diciembre-2008    Gabriel Sánchez

El otro día fuimos al barrio de la calle Larravide (cantera de los presos) a buscar a las gurisas de catequesis… Una de ellas se había mudado para otro lugar del barrio, muy cerca de donde estaban antes. Para llegar allí hay que subir una empinada y larga elevación… al final un ranchito de lata y madera construido con sus propias manos por el papá de una de las chiquilinas. Desde allí se tenia más espacio…más aire…y se veía todo el barrio con un hermoso panorama…

Para subir debí llevar las alpargatas que son un calzado más idóneo que los zapatos. Cuando llegue había dejado mis energías y mi aire en el camino, como se dice por acá. Llegue boqueando…y fue un gusto abrazar a la mamá de la niña…

Después el bajar también fue trabajoso… Entonces en medio de aquel barrio pobre, lleno de lucha cotidiana y muchas veces de carencia de lo más necesario, entendí que ese itinerario ascendente, hacia la casa de nuestra querida niña… debía ser el itinerario de la Iglesia…para convertirse en la Iglesia que Jesús nos esta pidiendo que seamos.

Debemos despojarnos de nuestras seguridades, de nuestras rigideces, de nuestras normas, dejar perder en el esfuerzo toda nuestra energía, que las seguridades, las instalaciones de siempre se nos pierdan, permitir que apenas nos quede aire para respirar… dejar que el esfuerzo nos consuma y purifique nuestros ojos, para ir al encuentro de los otros, de los más pequeños y pobres… y ser capaces de abrazarnos, sin importar nada más que el ir reconociéndonos hermanos… (Lc. 9, 2-3)

Cuando hemos perdido el aire…cuando nos hemos despojado del dominio de nuestro propio cuerpo…el respirar a pulmón lleno nos hace concientes de cuanta vida nos viene de afuera de nuestras seguridades y autosuficiencias, pero este itinerario ascendente, debe estar motivado en el amor por los otros y en la conciencia de que el Reino será necesariamente con los otros… (Mt. 15,22-28)

Y necesariamente esta ascensión se realizará despojándonos de lo que no es esencial, con la sola carga de Jesús en el corazón … En este encuentro debemos estar despojados de todo aquello que no sea nuestra sencilla, pobre y fraterna debilidad, entonces se volverá un encuentro liberador… Pero la fuerza, el impulso para subir este itinerario cuesta arriba se encuentra en la comunidad… No hubiera tenido las fuerzas para subir esa difícil elevación, sin el sostén fraterno de la comunidad, presente allí en los que anduvimos juntos esa ascensión .- …La comunidad, con su revisión, con su oración, con su vivencia comunitaria de la presencia del Resucitado en medio de ella, es capaz de dar impulso…Eso es un envió…la fuerza que nos da la Ternura que Jesús nos entrega al encontrarlo en la comunidad, que despierta en los discípulos la necesidad de trasmitirla…y que nos habla del Reino de su Justicia y de que el Reino esta aquí y ahora (Cfr. Mt. 6, 33 ; Lc. 11,20)…Entendiendo que estamos en Iglesia…no para sacralizar la pobreza, sino para liberarnos de ella…para en Él ser constructores de la Justicia del Reino…

Pero este proceso que nos exige cambio y conversión (metanoia) …nos enseña, tal vez, que en ese camino ascendente la Iglesia deba perder todo lo que es boato y brillantez, para calzar las Sandalias Jesús de Nazareth y permitir que el polvo del camino, se deposite en ellas…

Desde las ceb`s, desde las pequeñas comunidades, desde las comunidades populares, desde los movimientos laicales liberadores…todos insertos en la lucha y en lo sueños de sus pueblos, junto a ellos trabajando y peleándole a la oscuridad, el advenimiento del Amanecer…Desde las luchas de los movimientos indoamericanos, desde la pelea por la justicia de los pueblos, en la defensa de sus recursos, desde la defensa de la tierra y del medioambiente…estaremos realizando la verdadera misión que nos fue encomendada, pero también convirtiéndonos en Él, en Iglesia comunitaria y liberadora, en la comunidad de los discípulos del Resucitado…

Y parece ese es el único camino posible…ascensional, rumbo a los más débiles y pobres, para ser con ellos más débiles y más pobre, el único camino de vinculación profunda y esencial con Jesús de Nazareth El Señor Resucitado… (Cfr. Mt. 25,40)

Montevideo, 6 de diciembre de 2008

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