Lugar de Encuentro de lo sagrado y lo profano

Ir al encuentro del Resucitado acogiendo a los pibes de la calle

07-Agosto-2009    Gabriel Sánchez

El P. Luis Espósito, responsable de la Comunidad Hogar Juan XXIII, nos acaba de escribir esta carta con relatos de recientes ataques. Esto nos lleva a recordar la vida “Padre Cacho”, Isidro Alonso, pionero en esta tarea de de entregar su vida para hacer de los más marginados personas capaces de tomar en sus manos su historia y su futuro.

    Queridos Hermanos y Amigos

    El pasado viernes 24 de julio volvimos a sufrir un nuevo secuestro: el 4º a un integrante de nuestro Hogar Juan XXIII de Don Orione, y el 8º contra el Movimiento de los Chicos del Pueblo.

    Este último hecho se produjo en horas del mediodía, cuando uno de nuestros educadores fue interceptado muy cerca del hogar por 4 personas fuertemente armadas, que lo subieron a un auto, lo llevaron a un lugar no identificado, y tras casi 5 horas lo dejaron en la zona de Palermo, de nuestra Capital. Durante ese tiempo lo estuvieron golpeando y amenazando de muerte, a la vez que se comunicaron con nosotros en varias oportunidades por mensajes de texto.

    Hace más de un año que estamos padeciendo secuestros, como así también amenazas a través de llamadas telefónicas, mensajes de celular, cartas anónimas, e incluso a través de autos circulando de manera intimidatoria, tanto por el hogar como cerca de las casas de varios de nuestros educadores. Al mismo tiempo, nuestras vías de comunicación están interferidas.

    Hemos denunciado ante la justicia todos y cada uno los hechos, sin que hasta el momento se haya podido hallar a los responsables de estas atrocidades. Tampoco el gobierno nacional ni el gobierno provincial han dado el respaldo suficiente para agilizar la investigación y brindar la protección adecuada.

    No sabemos de dónde provienen estos ataques; lo que sí sabemos es que intentan acabar con nuestro accionar cotidiano, y con la campaña “El hambre es un crimen. Ni un pibe menos”, consigna que venimos sosteniendo desde hace años junto a las más de 300 organizaciones sociales, religiosas y culturales que componen el Movimiento Chicos del Pueblo.

    Desde nuestro hogar buscamos ser el abrazo tierno y firme para tantos pibes considerados “sobrantes”, e incluso “peligrosos”, cuando en realidad llevan consigo las consecuencias de la pobreza extrema y el desamparo. El hambre, que golpea fuerte en sus débiles existencias, es la muestra acabada de la falta de decisión por generar condiciones de vida digna, a la vez que condena a muchos a sobrevivir en condiciones infrahumanas.

    Tal vez, nuestro trabajo cotidiano por transformar esta realidad ha irritado a quienes tienen en sus manos el poder suficiente para atemorizar y destruir impunemente.

    Los que formamos parte de la comunidad del Hogar Juan XXIII somos un grupo de educadores y pibes que intentamos a diario vivir el evangelio de Jesús, que es amor, justicia, liberación y paz para todos. Creemos en el Reino de Dios que se construye aquí en la tierra, con fe y compromiso humano. Y allí está nuestro aporte, nuestra lucha y nuestra esperanza, que está intacta a pesar de los temores y preocupaciones que hoy nos atraviesan.

    Damos gracias a los tantísimo compañeros de camino que en estos días nos han hecho llegar la palabra y el abrazo fraternal.

    Y a cuantos desde distintos lugares nos preguntan “qué podemos hacer”, les pedimos que hagan resonar con fuerza y convicción lo que ya no podemos permitirnos como familia humana: no sólo los secuestros y las amenazas, sino mucho más aún, el hambre inexplicable de nuestros pibes.

    Un abrazo grande

    Comunidad HOGAR JUAN XXIII

    Luis Esposito

IR AL ENCUENTRO DEL RESUCITADO CON EL PADRE CACHO…Y JUNTO AL PADRE LUIS…

Siento la imperiosa necesidad de ir a vivir en un barrio de pobres, y hacerlo como lo hacen ellos. No como táctica de infiltración o demagogia, ni siquiera como gesto profético de nada, sino para encontrarlo de nuevo a Cristo, porque sé que vive allí, que habla su idioma, que se sienta a su mesa, que participa de sus angustias y esperanzas. Padre Isidro Alonso

Buenos Aires y Montevideo, 5 de agosto de 2009 - Ricardo Coseano y Gabriel Sánchez

El otro día recordábamos que el 4 de septiembre de 1992, moría un hombre entrañablemente extraordinario, el Padre Cacho (Isidro Alonso)…fue un salesiano loco, que arriesgándolo todo, se fue a vivir al cantegril…la zona más pobre y periférica de Montevideo, Para describir quien era Cacho, no existe mejor que describirlo con las palabras de los vecinos del lugar “Tuvimos hambre, y compartió su comida con nosotros; tuvimos sed y compartió su agua; estuvimos enfermos y nos visitó; nos pusieron presos, y se arriesgó por nosotros. Creímos que no éramos nadie, que no podíamos nada, y tuvo confianza en nosotros.”… Cómo no recordar esa anécdota tan linda, contada por su propia boca… que de una Señora de la zona, que dijo, cuando empezaron a limpiar los basurales… “Ahora somos personas”…

Y cómo olvidar que en su última etapa, las mafias de siempre, lo asaltaban en su casa, se le llevaba lo poco que tenia y llegaron a lastimarlo feo, porque querían echarlo de la zona porque molestaba…

Yo recuerdo que en aquella etapa…fue a la parroquia y siguió trabajando desde allí, se podía decir que el barrio…se hacia presente en la parroquia…incluso recuerdo una noche que se juntaron un montón de pareja jóvenes para festejar, porque les había dado el prestamos del Banco Hipotecario, para construir…era una cooperativa de vivienda por ayuda mutua que cuyo nombre, hoy casi legendario es COVIJO (si no me equivoco, Cooperativa de Vivienda Joven)…todo nació cuando algunas parejas jóvenes le plantearon que tenían necesidad de vivienda…hay por todos el barrios viviendas, en las que Cacho desato esa capacidad dormida de los vecinos para transformar su realidad

Cómo no recordar esa presencia amorosa del Padre en medio de los pobres, perseguida por las fuerzas de la oscuridad, pero no pudieron, porque aquello que sembró ha crecido en viviendas, en cooperativas de clasificadores, en la organización San Vicente Obra Padre Cacho…

Recuerdo con qué tristeza todos asistíamos a las persecuciones y a la agresiones físicas que sufrió Cacho y los gurises que estaban con él, de los poderosos, políticos y mafiosos (caciques locales), a los que su presencia les molestaba… muchos creemos que el cáncer que al final le costo la salud y la vida, tuvo como causa, su disgusto ante estas situaciones…

Tengo la misma puntada en la boca del estomago, que tenía cuando me enteraba que habían maltratado a Cacho, cuando me hablan del maltrato a los educadores de Juan XXIII y a los Chicos del Pueblo…

Las fuerzas de la oscuridad, parece que están presente en muchos lados, sin embargo…estamos seguro que como Cacho…esa gente que camina con Jesús a su costado no va abandonar a los niños…no va a ceder en su empeño de que se sientan lo que son, personas, de que se organicen, de que sean capaces de tomar en sus manos su destino…la gente linda de Don Orione y los educadores, que son tan entrañables y cercanos, seguramente entre los que esta…el Padre Luis, van a poner todo lo que son y seguir contra viento y marea trabajando por la Liberación de Jesús…Por eso queremos decirles a estos hermanos…que no se desanimen, que el tiempo de la Luz y la Esperanza se amasa en el corazón de esos niños con los que ellos trabajan…porque desde allí nace el mundo nuevo y no habrá ninguna oscuridad que pueda detenerlos y que Jesús Resucitado los ha llamado para ser servidores de ese mundo nuevo que nace en el corazón de los niños…que serán la LUZ DEL AMANECER QUE YA ESTA LLEGANDO…

Y lucha y trabajo… algún día recogerá de esos niños, la misma frase que los vecinos de Aparicio Saravia, dijeran de Cacho…”“Tuvimos hambre, y compartió su comida con nosotros; tuvimos sed y compartió su agua; estuvimos enfermos y nos visitó; nos pusieron presos, y se arriesgó por nosotros. Creímos que no éramos nadie, que no podíamos nada, y tuvo confianza en nosotros.”

Y tal vez como a Cacho, cuando se sienten a la Mesa a comer con esos niños, encontraran a “a Cristo, porque sé que vive allí, que habla su idioma, que se sienta a su mesa, que participa de sus angustias y esperanzas.”…

AGRADECEMOS AL ENTRAÑABLE PADRE OJEDA…QUE ESCRIBIO EL ARTÍCULO DE CACHO Y RECOMENDAMOS LEER EN…

http://www.chasque.net/umbrales/rev110/aniversario.html

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