Lugar de Encuentro de lo sagrado y lo profano

El testimonio de una mujer afgana

19-Agosto-2009    Gabriel Sánchez
    Mañana se celebrarán elecciones “democráticas” en Afganistán, allí donde se pueda. Pero Afganistán no dejará de ser un lugar de lucha, de armas y de opresión, sobre todo hacia la mujer. Por eso hay que leer este texto de una mujer afgana y la reacción al mismo que ha escrito nuestro Gabriel Sánchez.

Malalai Joya, la mujer a la que no pueden silenciar

Johann Hari
The Independent

[Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens]

“No estoy segura de cuántos días más seguiré en vida,” dice tranquilamente Malalai Joya. Los señores de la guerra que componen el nuevo gobierno “democrático” en Afganistán han estado enviando balas y bombas durante años para tratar de matar a esta pequeña mujer de 30 años proveniente de los campos de refugiados – y parecen aproximarse más con cada intento. Sus enemigos la llaman una “muerta andante.” “Pero no temo a la muerte, temo guardar silencio ante la injusticia,” dice simplemente. “Soy joven y quiero vivir. Pero digo a los que quieren eliminar mi voz: ‘Estoy lista, dondequiera y cuandoquiera que ataquéis. Podéis cortar una flor, pero no podéis detener la primavera.’”

La historia de Malalai Joya vuelve al revés todo lo que nos han dicho sobre Afganistán. En la retórica oficial, ella representa lo que ha sido el motivo de nuestra lucha. Es una joven afgana que estableció una escuela clandestina secreta para niñas bajo los talibanes y – cuando fueron derrocados – tiró la burka, se presentó de candidata al parlamento, y enfrentó a los fundamentalistas religiosos.

Pero ella dice: “Vuestros gobiernos os han echado polvo a los ojos. No os han dicho la verdad. La situación para las mujeres es ahora tan catastrófica como lo fue durante los talibanes. Vuestros gobiernos han reemplazado el régimen fundamentalista de los talibanes con otro régimen fundamentalista de señores de la guerra. (Es decir) que vuestros soldados están muriendo para eso.” En lugar de ser liberada, está a punto de ser asesinada.

La historia de Joya es la historia de otro Afganistán – el que está detrás de la burka y detrás de la propaganda.

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EN MEDIO DEL RUIDO DE LA GUERRA LA VOZ DE UNA MUJER…

    Di la verdad aunque sea amarga.
    Di la verdad aún contra ti mismo.
    (Abu l-Qasim Muhammad ibn ‘Abd Allāh al-Hashimi al-Qurashi)

Leí este artículo en rebelión con una terrible angustia que me ahogaba, el poder y el pensamiento dominante se ha ensañado con todo lo frágil, lo bello, lo justo…en esta parte final de la primera década del tercer milenio, con la capacidad técnica y política de establecer al menos más justicia, hemos instaurado por la fuerza, tanta explotación, injusticia y muerte, tan extensa e intensa destrucción, que tal vez estemos caminando hacía un abismo sin regreso…

Pero en los más oscuro de la noche…existe voces, que denuncia…a la oscuridad y anuncia el amanecer, para los creyentes en este tiempo la voz de esta joven mujer, que se agiganta, hasta denunciar al Afganistán que el poder ha decidido condenar al olvido…y que sin embargo sufre y muere…en sus campos…es la una voz profética…Que ha desatado la ira todopoderosa de Talibanes y Señores de la Guerra al mismo tiempo porque pide se escuche al pueblo, porque ha tenido la osadía de crear una escuela clandestina para mujeres…porque se ha hecho voz de un pueblo condenado al silencio… Su causa y su voz…que se vuelve un índice señalador para la cultura dominante, se siente la voz del Dios de la Vida…que quiere rescatarnos del terrible pecado de condenar a un pueblo entero a ser esclavos de la tiranía de unos y de otros…con la complicidad y el silencio de los poderosos, que no mueven un dedo para restaurar la justicia…A contrapelo de la historia esta mujer heroica, es la voz postergadas de las mujeres en el mundo del Islam, que quiere ser escuchada, porque en ellas esta la potencialidad de una luz nueva que podría iluminar su cultura en este tercer milenio…Pero más importante, en la disyuntiva de ser victimados por los juegos de poder estratégicos de los poderosos de turno, no sólo esta Afganistán, tal vez vaya siendo hora.- Es hora de que el mundo árabe, que llego a ser vanguardia de cultura y civilización vuelva a serlo.- Que desterremos aquello que nos
deshumaniza y todos podamos entender que el camino de la felicidad no es el de ahogar las voces distintas y que la mujer tiene una enorme aporte que hacerle a nuestra civilización, tanto, que no podremos avanzar sin ese aporte.- Es hora de sacudirse los intereses extranjeros y dejar de ser sus esclavos, es hora de procurar la publica felicidad de todos los hijos e hijas del Islam…

Empecemos por escuchar sus voces más claras, más justas…Esta mujer no tiene ni dinero, ni tanques, ni influencias…su voz…es la voz de todos los pueblos postergados, es la voz de todas la mujeres cuya sonido es ahogado y al defender a su pueblo, defiende la dignidad y la luz de todo la civilización…Si ella muere la Luz perderá una voz clara y diáfana, todos seremos menos humanos y el pueblo de Afganistán seguira muriendo silenciado por los poderosos.

Levantemos con ella nuestra voz, para que la Vida sea escuchada…

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