De vez en cuando hacemos referencia en ATRIO a temas tratados en IGLESIA VIVA. Por mi estrecha vinculación con esta revista, tengo reparo a veces de hacer propaganda de la que probablemente es la mejor revista de pensamiento cristiano que hay en España. Pero hoy, sin embargo, me ha parecido conveniente dar a conocer algo de la historia y presentar los dos últimos números de la Revista.

Iglesia Viva nació de una preocupación compartida por algunos jóvenes profesores de facultades eclesiásticas: la introducción en la iglesia y en la sociedad española de las grandes novedades propuestas por el Vaticano II iba a ser una tarea difícil. Y para contribuir a ello se puso en marcha a principio de 1966, recién acabado el Concilio, por la colaboración entre la editorial Desclée de Bilbao y este grupo, muchos de los cuales habían colaborado con Desclée en la edición española de la Biblia de Jerusalén.

El gran acierto fue que nació sin vinculación institucional a facultades u organismos eclesiásticos y así se ha mantenido, no sin dificultades por falta de apoyo institucional, pero sin imposiciones desde fuera. Por eso ha podido progresar desde dentro en libertad, acompañando la evolución de la sociedad con realismo y fidelidad al verdadero evangelio de Jesús. Hoy constituye así, con el cambio de escenario y en fidelidad a sus orígenes, un centro de resistencia contra el regreso al pasado que hoy muchos propugnan para la Iglesia.

Creo que el usuario de Internet dispone hoy de un medio inmejorable para rastrear esta historia de 44 años, investigando en la página web de la revista el “¿Quiénes somos?”, quiénes han formado parte del Consejo de Dirección antes y ahora, cuáles han sido los temas y sumarios de los 240 números publicados y los nombres de los casi mil autores que han escrito, con los títulos de sus artículos. En esa exploración se descubrirán cosas extrañas, como los años en que Antonio Cañizares estuvo con nosotros (coincidiendo con la época de Tarancón, cuando el ser de la revista era una baza entonces adecuada para “hacer carrera”) y la sorpresa de ver en una revista “de curas” a filósofos como Tierno Galván o Fernando Savater. ¡Cuánta historia sugieren esos títulos monográficos y esas colaboraciones de pensadores laicos! Algún día habrá que contarla. Y habría que digitalizar toda la colección de números para tener los textos completos. Entretanto, la revista ofrece un servicio de envío de números atrasados en papel o en PDF.

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Los dos últimos números de 2009.

Esta revista tiene muchos años y un nombre que suena a clerical. Lo sugirió en su día, como grito de esperanza, Pedro Casaldáliga, que en aquellos años del Concilio era muy amigo del primer director, su hermano claretiano Fernando Sebastián. Pero está al día y en vanguardia. Sigue haciendo teología auténtica porque analiza la realidad y repiensa la fe a partir de los problemas y la cultura de hoy. Los dos últimos números son una prueba de ello.

Invito a abrir el sumario de cada uno de ellos, los aparecen como “NOVEDADES” en la portada del sitio web. Se verá el esquema y la intención de cada número.

La idea de este número surge de la constatación de que los obispos están hablando continuamente de “ideología de género”, como el tremendo mal del que se está contaminando la sociedad por la acción de los socialistas. Y no se dan cuenta de que atacan un movimiento de liberación de la mujer que Juan XXIII calificaba como signo de los tiempos, sin darse cuenta de que ellos son los que está contaminados de una ideología de genero patriarcalista, tremendamente nociva para el verdadero cristianismo. Escriben los estudios centrales tres mujeres: Izaskun Sáenz de la Fuente, Teresa Forcades y Marta Zubía.

Cuando estalló hace año y medio la crisis y todos temieron una gran hecatombe, se hablaba de que todo era fruto de una gran codicia. Pero se pensaba más en la codicia de personas (Madoff como paradigma) que en la de las estructuras socioeconómicas (la libertad de mercado como dogma). Y por eso las soluciones propuestas no han ido a la raíz y, superado el momento de terror, todo queda lo mismo. ¿En qué han consistido las medidas anticrisis y qué ideología subyacía a ellas? Contesta un economista, Pedro José Gómez Serrano. ¿Qué propuestas hace Benedicto XVI en su encíclica, que se retrasó para responder a esta Crisis? Contesta con lucidez crítica Demetrio Casado. ¿Cuál debería ser la respuesta auténticamente cristiana? Contesta el nicaragüense Rodolfo Cardenal, hermano de Ernesto, basándose en el pensamiento de Ignacio Ellacuría. Y completan el número otros temas como el del aborto y el de los nombramientos episcopales que ya fueron adelantados en ATRIO.

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Permitidme una última observación: Si alguien se suscribe o decide regalar a otra persona una suscripción para el año 2010, recibirá como obsequio estos dos números aquí presentados. Hágalo acudiendo al formulario previsto para ello en la web, o escriba sencillamente un mensaje a revista@iglesiaviva.org que se pondrán en contacto con usted para decirle los modos de suscripción (la de papel incluye el acceso a los textos por Internet, que pueden suscribirse separadamente) y de pago.