Tras publicar el siguiente post, el e C. Meri, y tras ver cómo se desarrollaron los encuentros del presidente y de la vicepresidenta con el Papa, así como el tono de los discursos de este último, retiro la exigencia-ultimatum de este post de este post, y me adhiero a lo que dice C. Meri.

Estaba siguiendo Canal 9, a pesar de mi repugnancia por ese medio controlado por el PP que se ha hecho con la exclusiva de la retrasmisión del viaje papal. Me daba náuseas el papanatismo de muchos comentarios. Pero mi indignación ha llegado al límite cuando ha entrado Zapatero y la vicepresidenta al Arzobispado. Gritos de protesta y “Zapatero dimisión”.
Esas criaturas conducidas por los nuevos movimientos que pretenden ser “de evangelización”, arengadas por los cardenales que piden oraciones por la unidad y la concordia pero que deslegitiman al Parlamento por hacer leyes injustas, sabían bien el sentido del “gran evento”. Y Urdaci, el caradura vasallo de Aznar, diciendo: “Si es que cuando se gobierna hay que estar atento a la voz del pueblo… Si el gobierno buscase de verdad la distensión, iría mañana a la Misa como hizo hasta Castro…”
Ya no podía aguantar más. Y la misma Canal 9 ha dejado de emitir. Por el teléfono de un amigo que está en la plaza de la Reina sigo oyendo los gritos políticos in crescendo. El encuentro pastoral, pagado y retransmitido con el dinero de todos los españoles, sobre todo valencianos, se ha convertido en una bronca política. Y lo peor es que la mayor parte de los obispos y los que acompañan al papa, y tal vez el mismo papa, estarán felices con esos gritos de “Zapatero dimisión”, riéndose por lo bajín como Urdaci.
Y yo digo: espero alguna reparación pública de alto nivel Vaticano y del episcopado español contra esta ofensa hecha al Presidente del Gobierno español aprovechando la presencia del Papa y la difusión mediática de este hecho. En caso contrario habrá que concluir que tanto el Vaticano como la jerarquía española han tomado postura claramente política por la estrategia de crispación contra el actual gobierno.
Esto supone, si es así, que el Vaticano y la jerarquía de la iglesia española se están enfrentando frontalmente a los muchos ciudadanos que votaron a Zapatero hace dos años y que siguen aprobando su política para conseguir la paz y la extensión de las libertades personales sin discriminación a todos los españoles.
Esto supone, consecuentemente, que el Vaticano y la jerarquía española nos están invitando a dejar la condición de católicos, ya que es incompatible con las opciones políticas adoptadas por la jerarquía, que son las del PP, o mejor, de la línea más dura del PP que está fomentando la cadena católica COPE.
En Valencia a las 19 horas del 8 de julio.