Lugar de Encuentro de lo sagrado y lo profano

Una triste posdata

07-Agosto-2006    Armand Veilleux
    El 30 de Junio el autor, abad cisterciensede Scourmont, había publicado un articulo sobre la Inmoralidad Internacional que anticipaba lo que iba a ocurrir dos semanas después. Por eso, el día 16 de julio lo completó con esta postdata, haciendo referencia ya al recién producido ataque al Líbano. Agradecemos la colaboración de Concepción, que ha encontrado y traducido para ATRIO estos textos de un fiel seguidor de Bernardo de Claraval y de Tomas Merton.

Era el treinta de junio cuando firmaba el texto anterior titulado “Inmoralidad internacional”, por el que he recibido muchas felicitaciones, incluso de Judíos, entre ellos de un rabino. Dos semanas más tarde, la situación no cesa de agravarse, al comenzar el Estado de Israel una destrucción sistemática no solo de Gaza y del resto de territorios palestinos, sino del Líbano.

Algunas voces valientes se han alzado, como la del premio Nobel argentino, Adolfo Pérez Esquivel, gran defensor desde siempre de la causa judía pero viéndose obligado desde ahora a considerar al Estado de Israel como un estado terrorista. Las grandes potencias occidentales, sin embargo, permanecen inactivas ante esta orgía de violencia demencial, y muy ambiguas en sus condenas, confusas, proferidas de boquilla. .

Mientras que los jefes de Estado del G8 reunidos en San Petersburgo ofrecen a la prensa algunas declaraciones imprecisas invitando a todas las partes en litigio a la
“contención”, según la ridícula expresión clásica que se ha tornado inevitable, y mientras los analistas de todas las tendencias compiten en el reparto de culpas históricas, me permito señalar algunos elementos que, para mí, se han convertido en evidencias:

a) Desde la declaración de independencia del Estado de Israel en 1947 y la expulsión de millones de Palestinos, Israel siempre ha rechazado la creación de un Estado palestino, a pesar de la expresión de veleidades en sentido inverso de vez en cuando. La destrucción actual de infraestructuras materiales en los territorios palestinos y la eliminación -por asesinato o por encarcelamiento- de la clase dirigente palestina se inscriben en una política llevada a cabo sistemáticamente desde hace mucho tiempo. El secuestro de un soldado judío sólo fue un pretexto más para intensificar esta operación y asegurarse de una vez por todas que jamás existirá allí un estado palestino -en todo caso, no un estado palestino viable y gobernable.

b) Existe algo en la psicología de los que, desde hace más de medio siglo, dirigen el estado de Israel, que les hace insoportable la existencia de un estado árabe próspero cerca de Israel. Después de haber invadido el Líbano varias veces desde 1947 y después de haberlo ocupado y literalmente arruinado durante los años 80, matando varias decenas de millares de ciudadanos libaneses, Israel sólo esperaba un pretexto –que le fue ofrecido por el secuestro de dos soldados Israelitas por Hesbullah– para arruinar de nuevo todo el Líbano, sin el menor respeto por la sociedad civil.

c) La naturaleza de las intervenciones militares de Israel en los territorios palestinos y en el Líbano ha demostrado de forma más clara que nunca que a los ojos de los dirigentes de Israel la vida humana no tiene ningún valor, si no es la vida de un Judío. De igual modo por otra parte los EEUU demuestran diariamente en Irak como en Afganistán que la vida humana no tiene valor para ellos si no es la de un ciudadano norteamericano. Por otra parte los dos ejércitos -tanto el de Israel como el de EEUU– se han mostrado ineficaces sobre el terreno, hallando su superioridad en los bombardeos aéreos masivos, sean cuales pudieran ser los efectos colaterales catastróficos sobre las poblaciones civiles.

d) El equipo en el poder en Washington nunca ha mantenido en secreto su decisión de invadir militarmente Siria e Irán antes de la finalización del actual mandato presidencial. Por otra parte la horrorosa chapuza en la que se han hundido los militares de los EEUU en Irak (como de igual modo en Afganistán), hace que la población de los EEUU, por más eficazmente anestesiada que pueda estar, difícilmente soportará una aventura militar directa de los EEUU en Siria o en Irán. Sin olvidar la proximidad de otra elección presidencial en los EEUU. La presente invasión del Líbano, unida a las declaraciones de militares israelitas y al apoyo incondicional de George W Bush a esta operación criminal, parece indicar con bastante claridad que esta invasión es una guerra americana por aproximación, incluyendo como segunda y tercera etapas, si no la invasión de Siria e Irán, al menos ataques cuyo blanco se sitúa sobre esos países.

e) El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, con su sistema aberrante de veto, que permite a algunas grandes potencias bloquear no sólo toda intervención eficaz de la Comunidad internacional en crisis como ésta, sino impidiendo también toda posibilidad de modificación de este sistema, asegura a Israel una total inmunidad. ¡Los dirigentes de Israel saben que pueden permitirse todo y que, sea cual fuere la naturaleza del crimen que pudieran cometer, toda condena de tal crimen por el Consejo de Seguridad recibiría sistemáticamente el veto de los EEUU!

f) El silencio ensordecedor de la Iglesias en esta crisis –más allá de las llamadas generales a la contención y a la diplomacia- probablemente será juzgado por la historia tan severamente como su silencio durante la Shoah.

g) Mientras que el Estado de Israel prosigue su marcha autista hacia su autodestrucción, la única esperanza que queda de parar esta marcha y también de limitar los sufrimientos de los pueblos palestinos y libanés – así como del pueblo judío– no puede residir en las intervenciones de los organismos internacionales, que han demostrado su total incapacidad de intervenir eficazmente en esta situación. Esta esperanza no puede residir sino en un despertar mundial de las conciencias.

Armand Veilleux
Abad de Abadía de Scourmont
www.scourmont.be

16 julio 2006

Traducción: C. Merí

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