Lugar de Encuentro de lo sagrado y lo profano

Décimo aniversario de Somos-Iglesia

22-Noviembre-2006    Atrio
    El 23 de noviembre de 1996 se constituía en Roma el Movimiento Internacional Somos-Iglesia, a partir de un Manifiesto firmado por dos millones y medio de personas en Alemania y Austria el año anterior. Hoy está ya implantado en más de cuarenta países y en todas las comunidades autónomas de España. En su décimo “cumpleaños” publicamos la carta de felicitación que les dirige Evaristo Vilar, a la que nos adherimos desde ATRIO.

    Para el Décimo Aniversario de Somos Iglesia
    23 de noviembre de 2006

    Querida Raquel, ¡felicidades! y que tengáis
    (como grupo, me refiero) una vida corta,
    porque vuestros sueños se hayan cumplido.

Muy querid@s amig@s de Somos Iglesia:

Permitidme la confianza de estas palabras ingenuas. Biológicamente estaríais ya a las puertas de la a dolescencia, esa edad maravillosa y difícil en la que ya se tienen muchas cosas que decir y poc@s te oyen, esa edad en la que estás llen@ de vida y, ¡ay! tantas cosas te reprimen… ¡Pero a esa edad ya nadie tiene derecho pasar desapercibid@!

Para vosotros la infancia ha sido muy inquieta. Habéis traído de cabeza, y con razón, a toda la familia. No os ha gustado ese hogar en el que habéis nacido, en el que habéis ido creciendo. Os habéis rebelado y pateado, y con razón, desde todos los ángulos de la vieja casa. Porque la queríais demasiado y no podíais vivir sin ella, tampoco era cuestión de abandonarla. Pero teníais razón para estar enojad@s y la gritabais a todos los vientos: “¡No nos gusta nuestro hogar ni nuestra familia como está siendo! Porque la queremos mucho, porque es también nuestra, la queremos de otra manera, más familiar y equitativa, más libre y cariñosa, más ciudadana y más mundana, más utópica y más justa”. No os han gustado ni sus normas domésticas para andar por dentro, ni las manías que os imponían cuando regresabais desde fuera. Y os habéis rebelado, y con razón. No se ha contado con vosotr@s que sois la vida en ebullición, la recreación, el futuro de la familia. ¡Qué lástima!

Y ahora que ya estáis entrado en la adolescencia, ahora que ya vais siendo mayorcit@s, ¿os tendrá en cuenta vuestra propia familia? Quizás se siga despistando una vez más porque, como bien sabéis vosotr@s, anda metida en muchos afanes: Anda reparando la vieja casa familiar que cada día se va mostrando más deteriorada por dentro y anda defendiendo por ahí fuera la gran hacienda que ha ido acumulando desde cuando era niña. Piensa que es su tesoro, su patrimonio y lo intenta defender, de forma equivocada según vosotr@s, con uñas y dientes ante todo lo que considera una amenaza. !Demasiadas tareas!. No os extrañe que se siga olvidando de vostr@s, metida como está en tantos afanes… Pero vosotr@s sois l@s adolescentes llen@s de vida, de ilusión, de coraje y de utopía. Por eso tenéis necesidad de seguir pataleando, gritando, haciéndo notar vuestra presencia. Para eso habéis empezado a sentir sobre los hombros, a lo mejor de forma prematura, el peso de tantas buenas cosas que se acercan agigantadamente desde el futuro?

Sí, probablemente vuestra familia se va a seguir despistando y no va a caer en la cuenta de que estáis ahí; a lo mejor intenta, como ha hecho otras veces, pasar de vosotros porque la seguís molestando y desviando de su plena dedicación a aquello que en verdad le interesa. ¡Y vosotros, por experiencia, porque sois de casa, sabéis muy bien lo que a vuestra familia le interesa! Pero no os desaniméis. Vuestra simple presencia ya es garantía de vida y de principio de regeneración. Recordad aquellas hermosas parábolas que os dedicó aquel Jesús que a vosotros os seduce. Decía él: mantened, a pesar de todo, la fuerza de la levadura que, al final, hace fermentar toda la masa. O aquella otra: lo que vosotros queréis, buscáis, exigís es “como cuando un hombre siembra la semilla en la tierra; él duerme de noche y se levanta por la mañana y la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo la cosecha ella sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano en la espiga…” Y así.

En fin, amig@s y herman@s de Somos Iglesia: Estamos muy contentos de que estéis a nuestro lado luchando nuestras/vuestras causas, que son las grandes causas de familia. Con vosotros en casa todo es diferente: Hay alegría y vitalidad, sueños y utopía, hay Espíritu y Buena Noticia que un día dejará de serlo porque será ya realidad. Algunos de nosotros, que también hemos sido adolescentes y hemos pasado por situaciones similares, seguimos, a pesar de todo, confiando en vosotr@s, os seguimos queriendo y felicitando.

Un abrazo muy cordial

Evaristo

Haz hoy mismo tu APORTACIÓN (Pinchar aquí)

Escriba su comentario

Identificarse preferentemente con nombre y apellido(s). Se acepta un nick pero con dirección de e-mail válida.

Emplear un lenguaje correcto, respetar a los demás, centrarse en el tema y, en todo caso, aceptar las decisiones del moderador