Hoy concluye la Asamblea de la Conferencia Episcopal. Ayer, con cierta sorpresa y como un éxito del “mediador” Fernando Sebastián, se aprobó con amplia mayoría la instrucción pastoral sobre la situación actual de España. Esperamos el texto completo para analizarla. [En la web de la CEE acaba de aparecer ya un amplio resumen oficial y el texto del epígrafe sobre terrorismo]. Entretanto reproducimos la crónica de Jesús Bastante en ABC.

JESÚS BASTANTE

MADRID. A contrarreloj, y a última hora de la tarde, la Conferencia Episcopal española anunció la aprobación de una instrucción pastoral titulada «Orientaciones morales ante la situación actual de España».Como informó ABC, se trata de un texto muy cuidado y matizado, con referencias a la «unidad de España», al «bien común» y a la solidaridad entre las distintas comunidades autónomas.
Además, «en la interpretación está latente la idea de España como un bien moral, conseguido a través de los años y que se plasmó en el marco jurídico planteado por la Constitución», aseguró ayer a ABC uno de los obispos presentes en la votación. De los 78 prelados con derecho a voto, 73 acudieron al último recuento, después de unas votaciones de tanteo y de la toma en consideración del borrador presentado por una comisión de obispos. La votación se saldó con 63 votos a favor, 6 en contra, 3 abstenciones y un voto nulo.

Sebastián y Blázquez

La instrucción pastoral constará de cinco partes: tres grandes capítulos, así como una introducción general y una conclusión, en la que aparecerá este llamado al «bien común» entre todos los ciudadanos. El gran «ejecutor» del texto ha sido el arzobispo de Pamplona, Fernando Sebastián, quien fue el encargado de introducir las numerosas enmiendas planteadas, en especial en torno a la concepción de España y los nacionalismos, y supo conciliar las «distintas sensibilidades» para aprobar el documento final, con la aquiescencia de Ricardo Blázquez.

La mayor parte de las citas utilizadas hacen referencia a la «Valoración moral del terrorismo en España, de sus causas y sus consecuencias», así como a los discursos de Benedicto XVI en España.
En el primero de los grandes capítulos, los obispos realizan un análisis en el que se describe «la situación actual y se analizan sus causas», al tiempo que se denuncia la «fuerte oleada de laicismo» imperante en la sociedad española. El segundo capítulo está dedicado a «la responsabilidad de la Iglesia y de los cristianos» frente a la «nueva situación» creada en una sociedad «fuertemente secularizada» y donde las legislaciones contrarias a la vida y al matrimonio cristianos han tomado carta de naturaleza, al tiempo que realiza «una llamada a superar la desesperanza, el enfrentamiento y el sometimiento» de los católicos.

España como «bien moral»

Éste ha sido el capítulo donde se han dado los mayores problemas, puesto que una mayoría de obispos -capitaneada por los cardenales Rouco y Cañizares- estaba a favor de incluir explícitamente la concepción del Estado español como un «bien moral». La abierta oposición de una quincena de prelados -en su mayor parte catalanes y algún vasco-, que amenazaron con repetir el escándalo suscitado tras la aprobación, hace cuatro años, de la instrucción pastoral sobre terrorismo y nacionalismo, consiguió que, finalmente, el texto fuera matizado hasta el punto de no incluir en la misma frase los términos «España» y «bien moral».

El documento realiza varias referencias explícitas a la «unidad de España», así como un reconocimiento de la Constitución como «marco ineludible de convivencia», al tiempo que reclama una «mayor solidaridad» entre las comunidades autónomas para alcanzar «el bien común de todos»