Lugar de Encuentro de lo sagrado y lo profano

Memoria histórica y beatificaciones

01-Mayo-2007    Ovidio Fuentes

La última asamblea de la Conferencia Episcopal Española terminó con un Mensaje anunciando la beatificación de 498 mártires de una de las partes de una guerra civil que para los obispos fue sólo “persecución religiosa”. ¿Y los de la otra parte?

Una beatificación masiva en Roma, con una gran peregrinación, es un fenomenal ejercicio de memoria histórica, por más que intenten decir que “los mártires están por encima de las trágicas circunstancias” y que la fe en Dios “trasciende las oscuridades de la historia”. ¿Quién oscurece la historia?

Parece ser, (que hablen los psicólogos) que nuestra memoria, la de las personas, es selectiva. No recordamos todo por igual.

Pero la Historia pretende ser factual y comprensiva de todo lo que ocurrió. Por eso busca los hechos, indaga las causas y se explaya en señalar las consecuencias. Cuando a la “memoria” le añadimos HISTÓRICA tendrá que ser también comprensiva. Habrá que hacer recuento de todo lo que ocurrió. No sólo de lo que nos gusta, sea cual sea el motivo.

Y la historia nos dice, con la densa tozudez de los hechos y de las fosas, que hubo otros muchos mártires en la otra parte. No sólo víctimas sino mártires que murieron confesando valores cristianos de libertad y justicia o por ejercer su ministerio sacerdotal en comunión con su pueblo.

Hay un grupo de 13 sacerdotes y 3 religiosos asesinados por las tropas de Franco, que no parece que vayan a ser beatificados. Parece que su Iglesia se avergüenza de ellos aunque “los mártires están por encima de las trágicas circunstancias”.

Estos son sus nombres:

    -Martín de Lekuona y Gervasio de Albizu, vicarios de la parroquia de Rentería, los cuales fueron asesinados el 8 de octubre de 1936.
    -José de Ariztimuño (“Aitzol”) de 39 años, Alejandro de Mendikute y José Adarraga, que fueron fusilados el 17 de octubre de 1936 en Hernani.
    -José de Arin, arcipreste de Mondragón, fusilado el 24 de octubre de 1936 en el cementerio de Oyarzun.
    -José Peñagarikano, vicario de Markina, fusilado el 27 de octubre de 1936.
    -Celestino de Onaindía, vicario de Elgoibar, fusilado el 28 de octubre de 1936.
    -José Iturri Castillo, párroco de Marín.
    -Don Aniceto de Eguren,
    -José de Markiegi,
    -Don Leonardo de Guridi y José Sagarna, presbíteros, fusilados igualmente el 24 de octubre de 1936,
    -Los Padres Lupo, Otano y Román; éste último, superior del convento de los padres Carmelitas de Amorebieta fueron fusilados, así mismo, en ese mismo mes y año.

También se intenta oscurecer la memoria de los curas (60 de media) que había en la cárcel de Zamora o en el monasterio de El Paular cerca de Madrid en tiempos de Franco, por “desentonar” en sus homilías. ¿Quién se acuerda (en frase de un amigo) de los curas que eran “conciliares antes del Concilio y democráticos antes de la democracia”?

Fueron cautos Pablo VI y el cardenal Tarancón congelando los procesos de beatificación que entrañaban hacer una Memoria histórica parcial. Ahora son por lo menos inconsecuentes e imprudentes quienes hacen multitudinarias peregrinaciones de memoria histórica parcial mientras se oponen a otros ejercicios de memoria histórica (revisión de juicios y homenajes) con la excusa de proteger la reconciliación de la transición.

La historia queda. Una etapa se superpone a la siguiente, se suma, pero no anula el tiempo pasado. Tampoco podemos anular la historia, aunque intentemos amañarla o silenciarla. Eliminamos una estatua, creyendo tal vez que eliminamos sus ideas o el tiempo en que gobernó. Debemos explicarnos a nosotros mismos lo que pasó. Pero sumando etapas a lo largo del tiempo, en cada lugar. Igual que ocurrieron.

Más información y reflexiones en:

  • María Antonio Iglesias: Maestros de la República. Los otros santos, los otros mártires. La Esfera de los Libros, 2006. (En el enlace puesto una presentación y las primeras páginas del libro)
  • Eduardo Sotillos: La iglesia española no necesita la ley de la memoria histórica. El Plural.
  • Andrés Villena. La Iglesia sigue excluyendo a los curas vascos fusilados por Franco. El Plural.
  • Iñaki Anasagasti: Santidad, ¿y los curas vascos?
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