Lugar de Encuentro de lo sagrado y lo profano

Ecos del viaje papal

21-Mayo-2007    Antonio Duato

Hoy hace una semana, a estas horas de la tarde, regresaba el papa Benedicto XVI a Roma. Allí estará recogiendo los ecos del viaje. Y la conclusión que saque él mismo de cómo ha sido este viaje –cuyos discursos van siendo publicados íntegramente en la página web del Vaticano ad perpetuam memoriam tendrá mucha importancia para el rumbo que va a imprimir a la nave de Pedro en los próximos meses, con decisiones que iremos comentando.

Seguramente sus colaboradores le habrán puesto sobre la mesa cantidad de informes que resaltan el éxito de este viaje que se planteaba difícil. Se ha elogiado cuán claramente ha expuesto las directrices para la nueva evangelización de Latinoamérica y lo conmovido y humano que se le ha visto, sobre todo en su visita al centro para la rehabilitación de drogadictos. Desde luego no habrá dejado de leer en resumen de su visita que ha hecho el periodista Sandro Magister en un medio claramente laico como Espresso, que resalta sobre todo su discurso a los obispos brasileños el día 11: El papa, según él, ha marcado el camino con palabras “más cortantes que una espada”: obediencia a Cristo como Él lo fue al Padre. Nueva evangelización que es enseñar el evangelio y promover la confesión individual y la Eucaristía según las normas siempre de la Iglesia. ¡Qué reconfortante ver cómo tantos antiguos laicistas que veían a la Iglesia como retrógrada ven ahora conveniente el alto magisterio de la Iglesia católico sobre el universo entero! En Italia se describe este fenómeno como “ateos arrodillados”.

Tal vez le hayan pasado también el comentario de The Tablet, una buena e inteligente católica, que hemos publicado ya en ATRIO, en donde se resalta cómo el papa ha invitado al diálogo como en el Concilio de Jerusalén. Es bueno haber dejado esta impresión de apertura.

No creo que haya llegado a leer los artículos de Boff ni la declaración de los indios Kichwa que también hemos publicado. En todo caso habrán sido consideradas como voces nacidas del resentimiento o orientadas hacia un nuevo paganismo de adoración de la naturaleza con creencias primitivas teñidas de nuevo ecologismo y socialismo que no pueden ser tomadas en serio. Y si ha leído la carta del misionero canadiense lo considerará una nueva víctima de las interpretaciones incorrectas del Vaticano II.

Pero a mí me gustaría que el papa y la jerarquía católica tomaran muy en serio dos artículos que son los últimos que vamos a publicar en sendas páginas separadas en ATRIO:

  • La editorial de La Jornada de México en la que se hace un balance de la visita para concluir que el papa no parecía haber entendido ni dado respuesta a los principales problemas que tiene el continente, cerrando las puertas a una vía de salida de una Iglesia que se apaga por reducirse a fórmulas que “resultan inevitablemente superficiales y hasta frívolas, por más que procedan de dogmas teológicos medievales”.
  • El artículo de la religiosa feminista Ivone Gebara que planeta al papa y a toda la reunión de Aparecida esta cuestión “MUJERES: ¿UN TEMA? ¿UN DESAFÍO? ¿O LA OTRA MITAD DE LA HUMANIDAD?”. Si para el pontífice está muy lejos este realismo de la cotidianidad que traen a la teología y a la Iglesia las mujeres que se atreven a pensar con su cabeza y con sus tripas, ojalá que algunos de los asistentes a la reunión de Aparecida lleguen a leer y asimilar este escrito de Ivone.

    Una última preocupación. En un momento en que en América Latina se empieza a oponer el neoliberalismo que ha imperado últimamente en la mayoría de los países con gpolíticas que reivindican, con el apoyo democrático de las poblaciones, mayor justicia y autonomía nacional en la explotación de los recursos, es peligroso que el papa haya explícitamente desautorizado los “nuevos movimientos políticos basados en ideologías ya pasadas”, refiriéndose sin nombrarlos a Bolivia, Ecuador y Venezuela. ¿No se estará preparando ya el camino para justificar algún día un golpe militar que defienda alguna de estas naciones de la barbarie marxista-indigenista? No está descartado que para defender los intereses capitalistas en el subcontinente algún día tengan que volver las dictaduras y que la Iglesia, que lo que más espera de Lula en Brasil es un concordato no mayor justicia social, justifique la situación como provocada por los excesos laicistas y revolucionarios. A ver si el próximo viaje de un papa a Brasil va a ser como el que hizo Juan Pablo II a Chile en 1978, en el que realmente no justificó al régimen como afirma este testimonio de un español en Chile, en el que al rechazar que el papa fuese a defender la dictadura sí que reconoce que tuvo que soportar quedar prisionero de la propaganda pinochetista….

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