Lugar de Encuentro de lo sagrado y lo profano

El último número de Iglesia Viva

23-Mayo-2007    Atrio

En un momento de crispación en auge, de la que no es ajena la jerarquía eclesiástica, IGLESIA VIVA aborda en el número 230 el tema de la Alianza de civilizaciones. Un tema de alcance global que sin embargo no olvida la dificultad de conseguir la alianza de nuestras dos Españas.

En la presentación se evoca que los diez años de presidencia del cardenal Tarancón en el Conferencia Espiscopal fueron “un don para la Iglesia y la sociedad españolas en un tiempo llamado a forjar una nueva alianza que superase la larga etapa del nacionalcatolicismo y la dictadura tras una sangrienta guerra civil”.

Tras la reflexión sobre el proyecto “Alianza de civilizaciones” a cargo de José Bada, Miguel Ángel Moratinos y Xabier Pikaza, Iglesia Viva publica entre otros textos un Debate sobre la Educación a la ciudadanía entre los obispos (documento de la Permanente de la CEE y artículo de Martínez Camino) y José Antonio Marina. ¿Cómo se explica esa reacción episcopal ante una acción que lo que pretende es encontrar entre todos el mínimo nivel ético común como base de la educación?

Se podrá también leer en el número una jugosa conversación con José Ángel Ubieta, el que fue vicario de Añoveros, una crónica de actualidad religiosa en España y otros artículos y documentos sobre laicidad incluyente y diálogo interreligioso.

Pero el colofón lo pone sin duda el socialista Fernando de Los Ríos con unas palabras pronunciadas en las tormentosas Cortes de 1931:

    “Voy, pues, a pediros –os lo ruego– que tengáis mucho cuidado con las palabras que pronunciéis; no renovéis nuestro dolor, no toquéis tambores de guerra..” , dijo dirigiéndose a la derecha. Y después a los de la izquierda dijo: “Y a nosotros, señores Diputados, que el limo del dolor que hay en el fondo de nuestra alma sea un limo que no nos inspire resentimiento que es ponzoña e incapacidad para elaborar una norma de respeto, como exige el principio de la libertad; seamos sentidos, pero no resentidos. Hemos, desgraciadamente, carecido de nuestro edicto de Nantes, de nuestro edicto de paz religiosa. Siempre es hora. ¡Ojalá que esta hora se aproveche, en nombre de los intereses históricos permanentes de nuestra República y de esta nuestra Patria española, tierra profundamente dramática y que hoy vive angustiada por la esperanza!”

Haz hoy mismo tu APORTACIÓN (Pinchar aquí)

Escriba su comentario

Identificarse preferentemente con nombre y apellido(s). Se acepta un nick pero con dirección de e-mail válida.

Emplear un lenguaje correcto, respetar a los demás, centrarse en el tema y, en todo caso, aceptar las decisiones del moderador