Esta vez la noticia la tomamos de ABC. María Victoria Cobo, desde Granada, expone el grado de crispación a que está llegando el pueblo de Albuñol porque el Arzobispo Javier Martínez ha decidido cesar al que llaman “el cura de senegaleses” y que parece que no es del agrado de unas monjas de la localidad. Desde aquí nuestro apoyo a Gabriel Castillo que no ha sido el provocador -a no ser por el testimonio de su caridad- sino la víctima del conflicto.

Huelga por un párroco
M. VICTORIA COBO/ ABC, 14-7-2007

Desde la noche del sábado, algunos vecinos de Albuñol (Granada) están en huelga de hambre como protesta por la decisión del arzobispado de trasladar al párroco de la localidad, Gabriel Castillo, de 27 años. Más que desesperados dicen estar «asqueados». Los días pasan, su anhelado párroco no regresa y se encuentran desamparados. Albuñol se siente como rebaño sin pastor y presiente que algunos se han comportado «como Judas». En vez de rendirse y de achicarse, los albuñolenses han vuelto a la lucha y como los permisos para protestar en la calle -como han venido haciendo en las últimas semanas- se habían agotado, se encerraron el sábado en su iglesia para demostrar que Gabriel no se les borra de la cabeza, lo que derivó en que algunos iniciaran el citado ayuno voluntario.
Un ayuno que puede terminar hoy mismo, ya que la mayoría de los huelguistas son ancianos y sopesan dejar su protesta por posibles problemas de salud, informa Efe. Los vecinos también están preocupados porque los niños que acompañan a sus padres en el encierro, a los que han prohibido hacer huelga de hambre, quieran sumarse a esta medida, siguiendo el ejemplo de los adultos.
Incluso el mismo Gabriel Castillo se ha puesto en contacto con los vecinos para pedirles que depongan su actitud, por considerar esta medida «demasiado extrema», reconoció el portavoz vecinal Javier Noguer. En cualquier caso, los vecinos están dispuestos a continuar con el encierro en su iglesia, donde esta noche permanecieron una treintena de ellos, «de forma indefinida hasta que Gabriel vuelva al pueblo», aseguró.
Los vecinos se quejan, sobre todo de no haber recibido ninguna explicación por parte del Arzobispado sobre el traslado de su párroco.
«Hemos hablado con la secretaria de Chamizo, el Defensor del Pueblo y conocía este caso. Sin embargo, en el Arzobispado, dicen que no tienen ni idea de lo que les hablamos», expresó Custodia Manzano, portavoz de la comisión de apoyo al sacerdote.
La marcha de Gabriel Castillo, tan apreciado por los vecinos de Albuñol -donde ha estado destinado dos años- por su implicación en problemas sociales de la localidad, como la inmigración, provocó las protestas, que, en lugar de disuadir al arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, hicieron que éste adelantara la fecha de su traslado, apuntan los vecinos.
Según ellos, que cuentan con una plataforma desde la que se han organizando distintos actos de protesta desde mediados del pasado mes de julio y han creado una página web , la marcha del joven párroco tiene su origen «en rencillas con unas monjas de la localidad, cuya madre superiora está en desacuerdo con los métodos de Gabriel».
También está previsto que una comisión de vecinos viaje el próximo día 18 a Sevilla, donde solicitarán reunirse con el arzobispo de la ciudad, Carlos Amigo, «ante el caso nulo que nos está haciendo el Arzobispado de Granada», se lamentó Noguer